Ya está abierta la Puerta Santa de San Juan de Letrán

El cardenal Baldo Reina, vicario del Papa para la diócesis de Roma, hace de legado pontificio en este rito que marca el inicio del Jubileo 2025 en el templo

Ya está abierta la Puerta Santa de San Juan de Letrán

Tras la de San Pedro del Vaticano y la cárcel romana de Rebbia ha llegado el momento de abrir la Puerta Santa de la basílica de San Juan de Letrán. A la espera de la apertura de las dos puertas pendientes, el cardenal Baldo Reina, vicario del papa Francisco para la diócesis de Roma, ha ejercido de legado pontificio en este rito que marca el inicio del Jubileo 2025 en la catedral pontificia. La apertura ha presidido a la misa en la fiesta de la Sagrada Familia en este domingo, 29 de diciembre y que coincide con las celebraciones del inicio del año jubilar en todas las diócesis del mundo.



A la cita ha acudido el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que ayer inauguró la renovada plaza de la basílica que ahora cuenta con jardines y una zona de fuentes. El Vicario fue el encargado de rezar en silencio tras abrir empujando con las manos la puerta de bronce del templo mientras repicaban las campañas. Reina recodó “con particular compasión a quienes se sienten lejanos e indignos” o a quienes llevan en su corazón “el peso de una profunda amargura” precisamente “en este mundo desgarrado por las guerras, las discordias y las desigualdades, extendemos nuestros brazos a todos”, según recogen los medios vaticanos. Con motivo de la fiesta litúrgica, varias familias atravesaron la Puerta Santa entre los primeros junto a los concelebrantes.

Puerta Santa San Juan De Letran Entrada

Un auténtico abrazo

“La Puerta Santa que hemos atravesado evoca ese gesto cotidiano que hacemos al cruzar el umbral de nuestras casas. Esta puerta, ahora abierta de par en par, nos ha introducido no sólo en la casa del Señor, sino en lo más profundo de su corazón”, señaló el cardenal en su homilía en la que acudió a la parábola del Padre misericordioso –el hijo pródigo–. Y reivindicó que frente a quienes piensan que “Dios es el enemigo de nuestra libertad, el obstáculo que hay que eliminar para que por fin podamos sentirnos creadores de nuestra propia existencia”, el Padre del evangelio nos ofrece un abrazo fundado en la ternura, la compasión y la “esperanza inquebrantable”, capaz de devolver la dignidad.

“Esos brazos abiertos son la puerta santa. No importa lo lejos que hayamos ido, no importa lo que hayamos hecho, desperdiciado o arruinado. En el momento en que hayamos decidido volver, nunca encontraremos una puerta cerrada, sino un abrazo que acoge y bendice”, apuntó. “De esos brazos abiertos aprendemos a ser Iglesia, a convertirnos en su sacramento, en la familia del Dios que libera nuestra libertad hacia el bien” añadió invitando a ser “incansables sembradores de esperanza y constructores de fraternidad”.

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