Con una procesión desde el colegio Jesús Nazareno hasta la catedral de Santa María Magdalena, la Diócesis de Getafe arrancó su peregrinar por el Jubileo 2025 este domingo. La eucaristía celebrada a mediodía en el templo del sur de Madrid estuvo presidida por el obispo Ginés García Beltrán y el auxiliar, José María Avendaño, además de varias decenas de sacerdotes.
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“Lo que experimentamos cada día es la situación de un mundo que parece robarnos la esperanza”, compartió García Beltrán, en una homilía en la que lamentó el creciente ambiente bélico en el planeta. Y no solo se centró en las guerras como tal, sino que además, alertó de “la polarización de la que cada día somos testigos, y hasta colaboramos, en todos los ámbitos de la sociedad, que ha desterrado el diálogo y el entendimiento entre nosotros”.
Cerrazón del corazón
En su alocución, también cuestionó “los atentados contra la dignidad propia de cada hombre por encima de sus circunstancias; o los atentados a la vida desde el momento de la concepción a la muerte natural”. A la par, condenó “la cerrazón del corazón que quiere excluir al que no es como nosotros, al que no es de los nuestros”.
Frente a ello, García Beltrán explicó que “ya en la mentalidad bíblica, es un año para reparar y condonar las deudas”. Con este punto de partida, lanzó un reto a los getafenses: “Pensemos cada uno en las deudas que tenemos con los demás, y perdonemos, perdonemos de corazón como Dios me perdona a mí”.
García Beltrán se sumó a una de las reivindicaciones que Francisco ha planteado en estos últimos días: “Pidamos que los países ricos sepan también perdonar las deudas de los más pobres, es un deber de justicia”.