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El arzobispo de Sevilla reivindica “la dimensión social y humanitaria” del Jubileo

La catedral de Sevilla estrena el Año Santo con un lleno en la eucaristía de apertura





La archidiócesis de Sevilla celebró con gran devoción y solemnidad la apertura del Año Jubilar de la Esperanza, un período de gracia que se extenderá hasta el 28 de diciembre de 2025. La ceremonia inaugural comenzó con una procesión desde la parroquia del Sagrario hasta la catedral de Sevilla, un símbolo del peregrinaje espiritual al que la Iglesia invita a todos los fieles durante este Jubileo. Esta procesión representó el comienzo de un tiempo especial de gracia y renovación espiritual para toda la comunidad sevillana.



La misa solemne fue presidida por el arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, quien durante su homilía resaltó el profundo sentido espiritual de este Año Jubilar y la importancia de vivirlo como un tiempo de conversión, reconciliación y esperanza. Asimismo, recordó a los fieles que este Año Jubilar es una oportunidad para una profunda renovación interior. “El Año Jubilar es un tiempo de penitencia, perdón y conversión personal y comunitaria. Dios nos invita a todos a redescubrir la gracia que Él nos otorga, un don que nos llama a vivir con más esperanza, a sanar nuestras heridas y a hacer de la misericordia nuestra guía”, afirmó. “En un mundo que a menudo se ve marcado por el sufrimiento, la angustia y la desesperanza, este Año Santo nos recuerda que nuestra esperanza está puesta en Jesucristo, quien nunca defrauda. Él es la verdadera fuente de nuestra esperanza”, explicó haciendo hincapié en el lema del Jubileo.

La peregrinación como signo del Año Jubilar

Un aspecto clave del Jubileo es la peregrinación, que según el prelado, tiene un gran valor simbólico y espiritual: “La peregrinación no es solo un traslado físico, sino un viaje espiritual hacia la misericordia y el perdón. Peregrinar hasta los templos jubilares es una oportunidad para encontrarnos con Dios, para experimentar la gracia y recibir la indulgencia plenaria que nos ofrece este Año Santo”.

El arzobispo también destacó la importancia de la participación de los fieles en las celebraciones litúrgicas, invitándolos a acercarse a los templos jubilares para vivir plenamente la experiencia espiritual: “Este es un tiempo de gracia para todos, sin distinción, y todos estamos llamados a vivir esta experiencia de renovación espiritual”, agregó.

La misericordia y el perdón como pilares del Año Jubilar

Uno de los temas centrales de la homilía de Monseñor Saiz Meneses fue la misericordia y el perdón. El arzobispo invitó a todos los fieles a vivir el Jubileo como una oportunidad para reconciliarse con Dios y con los demás, superando las heridas del pasado y sanando las relaciones rotas.  Además, destacó el carácter inclusivo del Año Jubilar, señalando que está destinado no solo a los fieles devotos, sino también a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. “Este Año Jubilar debe ser vivido por todos, especialmente por aquellos que más lo necesitan. El Jubileo tiene una dimensión social y humanitaria. Es un tiempo para llevar esperanza a los enfermos, a los presos, a los migrantes, a los pobres y a todas aquellas personas que sufren”, afirmó. E instó a los fieles a llevar la luz del Jubileo a los rincones más necesitados de la sociedad, siendo testigos de la misericordia de Dios en sus propios actos y acciones cotidianas.

Templos jubilares para Sevilla

El Año Jubilar de la Esperanza en Sevilla incluirá una serie de actos litúrgicos, peregrinaciones y actividades que tendrán lugar en los templos jubilares designados, los cuales son: la Catedral de Sevilla, la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Esperanza, la Basílica Menor de Jesús del Gran Poder, la Basílica Menor de María Auxiliadora, la Capilla de los Marineros y la Capilla del Cristo de la Expiración.

En este sentido Saiz Meneses destacó que los templos jubilares son lugares especialmente dedicados a recibir la gracia de la indulgencia plenaria, y que los fieles que peregrinen a estos lugares podrán experimentar un encuentro especial con Dios. “Cada uno de estos templos es un lugar sagrado, una puerta abierta para vivir la experiencia del perdón y la reconciliación”, afirmó el arzobispo. “El Jubileo nos invita a cambiar nuestro estilo de vida, a vivir de manera más comprometida con los valores del Evangelio, a ser testigos de la esperanza y la misericordia de Dios. Este es un tiempo para sanar nuestras vidas, nuestras comunidades y nuestra sociedad”, concluyó.

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