Este 31 de diciembre ha fallecido el cardenal italiano Angelo Amato a los 86 años. Este teólogo salesiano era el prefecto emérito de la Congregación –hoy Dicasterio– para las Causas de los Santos en el Vaticano. Amato nació en Molfetta –en la Apulia, al sureste de Italia– en 1938 y tras entras en la cogregación salesiana se especializó en Cristología.
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Nuevos santos
Por su trayectoria como profesor en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma fue nombrado consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Tras una etapa como consultor, en 2002, Juan Pablo II lo nombró secretario, con la dignidad de obispo, de Doctrina de la Fe al servicio del entonces cardenal Joseph Ratzinger y, tras su elección como Benedicto XVI, del cardenal William Joseph Levada.
Posteriormente, en 2008 el papa Benedicto XVI lo nombra Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y en 2010 lo crea cardenal asignándole la Diaconía de Santa María en Aquiro. Mientras mantiene su tarea como capellán de unas religiosas de la periferia de Roma. Siendo prefecto será miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; y del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Finalmente el 31 de agosto de 2018 cesó en sus funciones de prefecto por límite de edad.
El papa Francisco ha enviado un telegrama al superior de los salesianos para mostrar su cercanía. “Doy gracias a Dios por el testimonio edificante de este hijo espiritual de san Juan Bosco que durante tantos años se entregó con delicadeza humana y generosidad al evangelio y la Iglesia”, escribe el pontífice que alaba su “espíritu sacerdotal y la preparación teólogica con la que sirvió a la Santa Sede “.