Los sábados de este Jubileo 2025 para el papa Francisco serán intensos ya que se sumarán distintas audiencias generales similares a las de los miércoles. Muchas de ellas están fijadas ya en función de las grandes peregrinaciones. Este 4 de enero, el Aula Pablo VI ha acogido a la Asociación italiana de profesores católicos (AIMC), a la Unión católica italiana de profesores, directores, educadores, formadores (UCIID) y a la Asociación de padres de la escuela católica (AGeSC). Con ellos el pontífice ha reflexionado sobre la educación y la paz.
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El desafío de la paz
El Papa hizo un llamamiento muy insistente para combatir el bullying, el acoso escolar, desde los centros educativos. “Jamás hagáis bullying, ¿entendéis?”, recalcó el Papa ya que este acoso “destruye la vida” y “prepara para la guerra”, cuando la escuela debe sembrar las bases de la paz, de un mundo “más justo y fraterno”. Para Francisco “imaginar la paz” es “sentar las bases de un mundo más justo y fraterno, con la contribución de todas las disciplinas y con la creatividad de los niños y de los jóvenes”.
Además, Francisco lamentó que le “duele cuando veo a niños que no tienen educación y que van a trabajar, muchas veces explotados o que van a buscar comida o cosas para vender donde está la basura. Es duro. ¡Y hay niños así!”. Por ello llamó al compromiso de “elaborar y transmitir una nueva cultura” basada “en el encuentro entre las generaciones, en la inclusión, en el discernimiento de lo verdadero, lo bueno y lo bello; una cultura de la responsabilidad, personal y colectiva, para afrontar los desafíos globales como las crisis ambientales, sociales y económicas, y el gran desafío de la paz”.
A los profesores, el clave jubilar, les dijo que son “un hombre o una mujer de esperanza, porque se dedica con confianza y paciencia a un proyecto de crecimiento humano” en su caso una esperanza “arraigada en la realidad, sostenida por la convicción de que todo esfuerzo educativo tiene valor”. Además, invitó a “testimoniar mejor el rostro de la Iglesia en la escuela y para la escuela” a través de un acuerdo entre las diferentes asociaciones.
Religiosas Misioneras de la Enseñanza
Previamente a esta audiencia, el Papa recibió a las participantes en el XV Capítulo General de la Unión de Santa Catalina de Siena de las Misioneras de la Enseñanza. Una cita que ha tenido como centro de su reflexión la santidad, la preparación y la afabilidad. “Entender el presente, comprenderlo, para entender el futuro; en camino, no quietas – ¡los muertos están quietos! -, en camino con la Iglesia. ¡Es hermoso!”, constató el Papa al recordar el centenario de esta fundación de la congregación dominicana.
A las religiosas les recordó que “la santidad es algo alegre, la santidad atrae, la santidad es alegría espiritual. Es cierto que la santidad no es fácil de encontrar, pero con la gracia de Dios podemos hacerlo. ¡Qué importante es hoy esta misión, especialmente para los jóvenes!” Por ello, además de alejarse de los chismorreos el Papa, pidió a las monjas a reforzar su formación para ser mensajeras de una alegría que es “don del Espíritu”.