El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, se ha pronunciado ante la polémica generada por la retransmisión de las campanadas de fin de año, sonadas por la estampita que mostró la presentadora Lalachus en Televisión Española con la vaquilla mascota del Grand Prix emulando al Sagrado Corazón de Jesús, .
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De manera implícita y sin citar directamente la polémica, el purpurado ha invitado a los católicos a afrontar este 2025 con respeto y tolerancia frente a las “tachaduras” con las que ha arrancado el año, “como la polarización y la ridiculización de símbolos religiosos en espacios públicos”.
Mucha gente
Es más, planteó que la libertad de expresión, aun siendo “legítima y necesaria”, “no debe usarse para herir la convivencia pacífica ni minimizar los valores y creencias de una parte significativa de la sociedad”. Y es que, en palabras del arzobispo, “tras los símbolos religiosos hay mucha gente, muchas historias personales, vecinos y familiares que vibran y sienten hondamente con ellos”.
Para Cobo, “debemos seguir aprendiendo entre todos a convivir en la diversidad, sin desacreditarnos ni desacreditar la religión, ni las imágenes que forman parte de la vida religiosa de un pueblo, y que deben caer fuera del terreno de la burla si de verdad queremos construir una sociedad respetuosa, tolerante, asentada en valores y, por qué no, con sentido del humor”.
Fruto de la ignorancia
En la homilía de la eucaristía que ha presidido este domingo en la catedral de la Almudena, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española expuso que “las identidades, las creencias, las imágenes de la fe y, por supuesto, los rasgos físicos de las personas deben de estar por encima de la ideología o de la trivialización”.
Sin embargo, lamentó que “muchas veces como fruto de la ignorancia o de la falta de sensibilidad” no es así y se olvida que hoy la sociedad “tiene una identidad pluriforme con tradiciones, credos y sentimientos que han de ser tenidos en cuenta, conocidos y valorados, porque son de nuestro pueblo”.
Por ello, instó a los católicos a “trabajar activamente para promover el entendimiento y la gestión respetuosa de la diversidad”. “Si queremos una convivencia sólida, es momento de trabajar como cristianos para que todos aprendamos a gestionar la diversidad en clave de respeto y no de banalización, donde todos tengamos sitio con nuestra historia, nuestros credos y sentimientos”, desarrolló.
