Dominique Rey, el hasta ahora obispo de la diócesis francesa de Fréjus-Toulon desde el año 2000, acaba de anunciar su renuncia, marcando el epílogo de un episcopado caracterizado en los últimos años por críticas relacionadas con la gestión de su diócesis. Esta decisión se produce tras una serie de intervenciones del Vaticano, incluidas la suspensión de ordenaciones y la designación de un obispo coadjutor.
En 2022, el Vaticano ordenó la suspensión de todas las ordenaciones en la diócesis de Fréjus-Toulon, una medida sin precedentes que generó preocupación tanto a nivel local como en la comunidad católica global. Posteriormente, en noviembre de 2023, el Papa Francisco nombró a François Touvet como obispo coadjutor, otorgándole facultades específicas en la gestión económica, la formación de seminaristas y el acompañamiento del clero.
En un comunicado reciente, Rey ha explicado: “Durante una audiencia privada el 23 de diciembre de 2023, el Papa me animó a asumir esta colaboración con espíritu fraterno y a no dimitir. Al final de un primer año en el que se levantó la suspensión de las ordenaciones para casi todos los candidatos, el nuncio me informó que el Santo Padre me pedía que abandonara mi cargo de obispo diocesano de Fréjus-Toulon, sin que me hubieran informado de elementos nuevos respecto que habían motivado la designación del obispo coadjutor”.
Rey ha sido reconocido por su enfoque innovador en la nueva evangelización y por su impulso a las vocaciones sacerdotales en la diócesis. No obstante, su gestión también ha sido objeto de cuestionamientos, incluyendo críticas sobre presuntas disfunciones internas y sobre la implementación de ciertas iniciativas pastorales. El obispo destacó su disposición a obedecer la solicitud del Santo Padre, reiterando su compromiso con la unidad y el bien de la Iglesia: “He querido responder con humildad y fidelidad a esta llamada, en el espíritu de comunión que caracteriza nuestro servicio episcopal”.
Con la renuncia de Dominique Rey, se espera que Mons. François Touvet asuma plenamente la dirección de la diócesis de Fréjus-Toulon. Su labor estará enfocada en continuar las reformas y atender las preocupaciones previamente señaladas por el Vaticano, buscando garantizar estabilidad y fortalecer la misión pastoral en la región.