El pasado lunes 6 de enero, día de la Epifanía, el padre Igor Makar, sacerdote de la Iglesia greco-católica ucraniana y director de Cáritas de Kherson, resultó herido por metralla tras un ataque de un dron ruso en Zelenivka, una localidad cercana. Además de su labor en Cáritas, Igor también ejerce como capellán de los Caballeros de Colón. Según informó el Departamento de Información de la Iglesia greco-católica en Kiev, el estado del sacerdote es estable, aunque será necesaria una cirugía para extraer un fragmento de metralla incrustado en su pierna.
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El incidente
El ataque ocurrió mientras el sacerdote y un grupo de seminaristas del Seminario Teológico de Drohobytsk se dirigían al pueblo de Inzhenerny. Su objetivo era celebrar una liturgia festiva y la tradicional consagración del agua en la parroquia de San Miguel Arzobispo. Durante el trayecto, avistaron un dron ruso sobrevolando la carretera. “La carretera estaba muy resbaladiza, era imposible detenerse o dar la vuelta. Entendí que el dron probablemente regresaba para atacarnos”, declaró el sacerdote. Segundos después, una explosión destrozó las ventanillas del vehículo y causó daños en las puertas y las ruedas. Afortunadamente, los seminaristas que lo acompañaban resultaron ilesos, pero el padre Igor fue alcanzado por la metralla.
El ataque también dañó gravemente la furgoneta de Cáritas en la que viajaban, un vehículo utilizado para labores humanitarias en la región. Este incidente subraya los riesgos que enfrentan las organizaciones religiosas y caritativas que operan en zonas de conflicto en Ucrania.
La Iglesia en el frente humanitario
Cáritas Kherson, bajo la dirección de Igor, ha desempeñado un papel fundamental en la guerra en cuanto a la distribución de ayuda a las comunidades afectadas por la guerra en Ucrania. A pesar del peligro constante, las organizaciones religiosas continúan ofreciendo apoyo espiritual y material a quienes sufren las consecuencias del conflicto.
Este ataque es un recordatorio más de la violencia que sigue azotando a Ucrania y de los retos a los que se enfrentan quienes trabajan por la paz y el bienestar de las comunidades más vulnerables. Mientras tanto, las oraciones y el apoyo hacia el padre Igor y su equipo se multiplican entre los fieles.