San Sebastián celebra 75 años de diócesis con su propio Jubileo… y el cardenal Tolentino

El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación abrió la Puerta Santa de la catedral donostiarra del Buen Pastor, acompañado del obispo guipuzcoano, Fernando Prado

El cardenal Tolentino de Mendoça abre el Jubileo en San Sebastián (fuente: Diócesis de San

San Sebastián vivió este lunes, 6 de enero, una jornada histórica con la apertura oficial del Jubileo con motivo del septuagésimo aniversario aniversario de la Diócesis, que se suma al Jubileo ordinario de la esperanza. El cardenal José Tolentino de Mendoça, enviado especial del papa Francisco y prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, presidió la celebración de la Epifanía en la catedral del Buen Pastor. El purpurado incidió en la necesidad de “transformar el signo de los tiempos en signos de esperanza para los más vulnerables“.



El cardenal estuvo acompañado del obispo de San Sebastián, Fernando Prado; el arzobispo de Pamplona, Florencio Roselló; y el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, además de religiosos y laicos.

Prado explicó en su intervención inicial que “este año jubilar nos desafía a redescubrir con renovado fervor nuestra vocación de ser luz y sal… Nuestra comunidad acoge este jubileo como una oportunidad para profundizar en la fe, renovarnos, fortalecer el espíritu de comunión y abrir nuevos caminos de diálogo y esperanza”.

En la catedral, el reconocido txistulari, Piter Ansorena, interpretó una pieza tradicional vasca en honor al cardenal, mientras una dantzari bailaba el aurresku. Acto seguido, el cardenal, como símbolo de la entrada oficial en este tiempo de gracia, golpeó ligeramente la puerta santa con el báculo que perteneciera al primer obispo de la Diócesis, Jaime Font y Andreu. Al traspasar el umbral, el cardenal tomó la cruz de la procesión y exclamó “Salve, Cruz de Cristo, única esperanza”.

En el momento de la homilía, Tolentino de Mendonça destacó la importancia de la universalidad de la fe, haciendo hincapié en cómo “la solemnidad de la Epifanía es una fiesta de la luz, una peregrinación de buscadores y un acto de adoración”.

Discernir los mejores caminos

También, puso de relieve el sentido del Jubileo al considerar que “en el viaje de los magos de Oriente reconocemos también una peregrinación de buscadores. Son sabios que saben rastrear e interpretar los signos y las profecías para alcanzar la Verdad plena… Esta clave de la peregrinación nos interpela profundamente en el contexto de este doble jubileo que hoy inicia esta Iglesia particular de San Sebastián. Por una parte, el Jubileo universal, que nos coloca de un modo especialmente profundo en clave de comunión con el Sucesor de Pedro. El mismo papa Francisco nos ha invitado a vivir este tiempo de gracia y misericordia de modo que nos convirtamos en peregrinos de esperanza y seamos capaces de transformar los signos de los tiempos en signos de esa esperanza tan necesitada por nosotros mismos y por nuestros hermanos más vulnerables… La Puerta Santa nos recuerda las mismas palabras del Señor: ‘Yo soy la puerta de las ovejas'”, sentenció.

Y agregó “que San Ignacio de Loyola, patrono de esta diócesis, incansable escrutador de los afectos del corazón, os ayude a discernir los mejores caminos para vivir con pasión e intensidad este tiempo jubilar. Y que Santa María de Arantzazu, la santa Madre de Dios, aquella que conservaba todas aquellas cosas meditándolas en su corazón, os acompañe, os guarde y os ayude a volver siempre vuestros ojos y vuestro corazón hacia su Hijo, Aquel que hoy eterno en la gloria, se manifestó en la realidad de nuestra propia carne”.

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