La Asociación Española contra las Terapias de Conversión ha denunciado a siete instituciones eclesiásticas españolas, incluida la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, por supuestamente acoger actividades vinculadas a la modificación de la orientación sexual de personas LGTBI. La denuncia, presentada ante el Ministerio de Igualdad, señala que estas instituciones habrían promovido el proyecto “Transformados”, un programa dirigido a personas LGTBI con el objetivo de “volver a sus orígenes biológicos” a través de la castidad, la abstinencia o la formación de familias heterosexuales.
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En la denuncia se especifica que una de estas actividades habría tenido lugar el 26 de junio de 2023 en el Monasterio de Buenafuente del Sistal, situado en el parque natural del Alto Tajo, en Olmeda de Cobeta. Sin embargo, desde la diócesis de Sigüenza-Guadalajara aseguran no tener constancia de este acontecimiento.
Según Alfonso Olmos, director de la Oficina de Información del obispado, tras revisar la programación oficial del monasterio para 2023, no aparece registro de ninguna actividad relacionada con terapias de conversión. Además, Olmos subraya que no han recibido una notificación formal de la denuncia, por lo que desconocen detalles específicos de las acusaciones: “Todavía no conocemos ninguna denuncia y, si se recibe, se investigará conforme a las normativas de la Iglesia y de las autoridades competentes”, declaró Olmos.
Una denuncia de alcance nacional
El informe de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión también señala a otras diócesis y archidiócesis, entre ellas las de Madrid, Barcelona, Valencia, Getafe, Alcalá de Henares y Málaga. Según la denuncia, estas instituciones habrían acogido programas o actividades vinculadas al proyecto “Transformados” y similares.
La Ley Trans, en vigor desde 2023, prohíbe explícitamente estas prácticas, consideradas una forma de violencia contra las personas LGTBI. La denuncia presentada ante la Dirección General de Derechos LGTBI del Ministerio de Igualdad detalla que estas terapias podrían incluir métodos psicológicos, físicos o incluso farmacológicos, independientemente del consentimiento de las personas involucradas.
La postura oficial de la Iglesia
Aunque la denuncia apunta a instituciones eclesiásticas, desde Sigüenza-Guadalajara reiteran su alineación con las directrices de la Santa Sede, que condenó este tipo de prácticas hace años. De hecho, el Papa Francisco ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por las terapias de conversión, calificándolas de dañinas e incompatibles con la dignidad humana. El pontífice pidió mayor atención pastoral para la comunidad LGTBI, alejándose de prácticas que busquen modificar la orientación sexual o identidad de género de las personas.
Por su parte, la Asociación Española contra las Terapias de Conversión ha solicitado al Ministerio de Igualdad que inicie un expediente sancionador contra las instituciones señaladas. Aunque desde la diócesis de Sigüenza-Guadalajara niegan las acusaciones y esperan notificaciones oficiales para actuar, este caso pone en el foco las tensiones entre las nuevas legislaciones de protección LGTBI y ciertas prácticas dentro de sectores religiosos.
Queda por ver cómo avanzará la investigación y si el obispado, junto a las otras instituciones señaladas, será objeto de sanciones o de un proceso judicial. Por el momento, Sigüenza-Guadalajara insiste en que las actividades denunciadas no están documentadas en su programación oficial ni forman parte de su labor pastoral.
