Este 10 de enero es ‘El Día D’ señalado por todos en Venezuela: tanto por los chavistas que desean que Nicolás Maduro sea investido una vez más presidente como por los que creen que, el pasado 28 de julio, el vencedor, y con casi el 70% de los votos (como demostrarían las actas que el movimiento opositor posee y que ahora salvaguarda la vecina Panamá) fue diplomático Edmundo González. De hecho, este ha anunciado que, después de tres meses de exilio en Madrid, estará hoy en Caracas para que la banda presidencial sea colocada sobre sus hombros.
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En estas horas de enorme tensión, todos tienen aún muy presente lo que se vivió ayer, cuando María Corina Machado, auténtica referente de la oposición y que ha permanecido todo este tiempo en el país oculta al régimen, volvió a parecer ayer en público en la gran marcha de protesta en Caracas y cuya resonancia fue nacional, pues hubo actos en numerosos puntos del país. Tras emerger en la multitud y ofrecer un apasionado discurso (en el que recalcó que “toda esta fuerza que hemos construido y que crece cada día nos prepara para terminar esta fase final”), fue detenida por fuerzas parapoliciales, aunque a las pocas horas fue liberada.
🇻🇪 | María Corina Machado recibió la bendición este jueves en la manifestación en Caracas. pic.twitter.com/p8UGCqikaA
— Ismael Carhuapoma Gonzales 🇵🇪 (@Carhuapoma_1974) January 10, 2025
Crucifijos y rosarios
Con todo, fue muy impactante el momento en el que, subida en una camioneta, fue bendecida en lo alto por un religioso con atuendo franciscano. Una imagen que se repitió al poco, cuando hizo lo propio una monja.
Eso y el hecho de que, como siempre, Machado luce evidentes crucifijos y rosarios en su cuello, revistieron el acto de una fuerte simbología cristiana. De hecho, muchos de los presentes llevaron cruces y rezaron con velas encendidas.
Mensaje de los obispos
La propia Conferencia Episcopal Venezolana no se quedó al margen en esas horas decisivas y difundió un comunicado firmado entre otros por su presidente, Jesús González de Zárate Salas, arzobispo de Valencia, en el que se reclamó, una vez más, que el régimen debe aceptar lo que el pueblo votó masivamente el pasado 28 de julio: “Esta decisión debe ser respetada”.
El mensaje de los obispos concluyó con un llamamiento a superar los “intereses partidistas”, apelando a un “bien común” que nunca debe perder de vista la “esperanza”.
Hoy, en ‘El Día D’, son muchos los venezolanos que rezan en su casa para que el investido sea finalmente Edmundo González y no Nicolás Maduro. De hecho, así lo manifiesta la última imagen, cedida a Vida Nueva por un lector de esa nacionalidad. En unas horas, se conocerá el destino que abraza este pueblo americano.
