El arzobispo de Los Ángeles ante los devastadores incendios: “Debemos reconstruir todo con coraje, fe y esperanza en Dios”

El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, llamó a la comunidad católica de Estados Unidos a ser instrumentos de amor y cuidado ante las afectaciones por los incendios forestales en California, que han dejado ya 10 muertos y más de 180,000 personas evacuadas.

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Sobre las causas, el arzobispo señaló: “No sabemos por qué ocurren… pero sabemos que Nuestro Padre tiene este mundo, y cada una de nuestras vidas, en sus manos amorosas”.

Cabe mencionar que en la mañana de este 10 de enero se registran todavía cinco incendios activos, que han consumido casi 12 mil hectáreas, y destruido 10 mil estructuras.

¿Por qué sufre la gente buena?

Al celebrar una Misa en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles por los afectados, el arzobispo Gómez señaló que se viven “días difíciles y desafiantes para nuestra ciudad, condado e Iglesia local. Mientras rezamos, los incendios forestales siguen ardiendo y, como sabemos, el daño sigue siendo devastador. Miles de nuestros vecinos lo han perdido todo: sus hogares y medios de vida, sus parroquias y escuelas, y sus comunidades”.

Y añadió: “Hoy se nos recuerda lo preciosa que es toda vida y lo frágil que es. También se nos recuerda que somos hermanos y hermanas, que cada uno de nosotros, todos pertenecemos a la familia en Dios”.

“En momentos como este -continuó- podemos tener la tentación de cuestionar el amor de Dios por nosotros, a preguntarnos dónde está mientras la gente buena está sufriendo. ¿Por qué Dios deja que sucedan cosas malvadas? ¿Por qué permite desastres naturales como incendios forestales y huracanes, y terremotos e inundaciones? No hay una respuesta fácil. Pero eso no significa que no haya respuestas”, añadió.

“Ayudemos a sentir el amor de Dios”

José H. Gómez pidió no olvidar que “todo lo que hace Dios lo hace por amor a nosotros y por nuestra salvación. No es una respuesta fácil, pero es la verdad”.

“Porque Dios nos ha amado primero, podemos amar como hemos sido amados, y podemos amar como Él nos ha amado. Así que mis hermanos y hermanas, el amor es lo que se nos pide en este momento, en este momento desafiante. Como san Juan nos dice hoy: ‘El que ama a Dios también debe amar a su hermano'”.

El arzobispo pidió a los católicos estadunidenses ser los instrumentos a través de los cuales Dios muestra su amor, compasión y cuidado a aquellos que están sufriendo. “Debemos ser nosotros los que traigan consuelo a nuestros vecinos en este momento de desastre. Y también debemos ser los que estén a su lado y les ayuden a reconstruir y seguir adelante con coraje, fe y esperanza en Dios. Recemos por ellos”.

Finalmente, tras pedir rezar por los bomberos y socorristas, dijo: “Sintamos primero el amor de Dios por cada uno de nosotros, luego el llamado a amar a nuestros hermanos y hermanas que están sufriendo. Renovemos nuestro compromiso en esta santa Eucaristía. Sintamos siempre el amor de Dios en nuestras vidas y ayudemos a otras personas a sentir el amor de Dios y también a sentir nuestro amor por cada uno de ellos, especialmente ahora cuando están sufriendo. Y que nuestra Santísima Madre María, la Reina de los Ángeles, sea una madre para todos nosotros”.