España

Clara Echarte y José Antonio Satué, dos españoles para poner orden frente a los abusos en el Verbo Encarnado

  • La religiosa hija de Jesús y el obispo de Teruel ejercerán de delegados pontificios ante las irregularidades de este movimiento salpicado por escándalos desde su origen
  • Roma interviene la rama femenina y toma una medida sin precedentes: prohibido admitir más novicias en los próximos tres años





La Santa Sede quiere poner orden definitivamente en el Verbo Encarnado, un movimiento fundado hace cuatro décadas que cuenta con más de 3.000 religiosos distribuidos en 150 presencias en 45 países y cerca de un centenar de diócesis. Así se deduce del decreto aprobado por el papa Francisco y firmado el pasado 8 de diciembre por ya el prefecto emérito del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, João Braz de Aviz, y la ya prefecta, pero que en el documento firma todavía, como secretaria, Simona Brambilla.



El Vaticano ha intervenido la rama femenina de este movimiento, esto es, a las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Para ello ha nombrado a la religiosa española Chara Echarte, hija de Jesús, como delegada pontificia, después de haber ejercido durante un tiempo como visitadora apostólica. Junto a ella, contará como colaboradora a María José Gay Miguel, carmelita misionera teresiana, también española. Podría darse la circunstancia de que Echarte fuera la primera mujer en ser nombrada delegada pontificia para un asunto tan delicado de estas características.

Un gobierno en la sombra

En paralelo, y trabajando mano a mano con Echarte, Roma ha confiado para que el obispo de Teruel, José Antonio Satué, sea el nuevo delegado pontificio de la rama masculina: el Instituto del Verbo Encarnado. Satué toma el testigo del cardenal español Santos Abril, que ha sido comisario pontificio hasta ahora. El purpurado llegó a constatar, entre otras cosas, cómo los líderes del movimiento le han intentado engañar con “un gobierno en la sombra” cuando el Papa le había designado como máxima autoridad, haciendo caso omiso de sus recomendaciones.

“La lista de actuaciones ilegales sería interminable”, denunció en su momento el cardenal Santos Abril que lamentaba que “después de 30 años de intervenciones de la Santa Sede, poco ha cambiado”.

El hecho de convertirse en delegados, tal y como explica el decreto, les da incluso más poderes que cualquier superior general de la orden o un comisario pontificio, ya que tendrán la potestad incluso de cambiar las constituciones y de elegir colaboradores para poder gobernar el movimiento.

De nuevo cuño

Entre las medidas que adopta Roma en relación a estas consagradas de nuevo cuño está la prohibición de que ingresen “nuevas candidatas y de admitir al noviciado, por un período de tres años”. Se trata de una medida sin precedentes en la reciente historia de la Iglesia.

Pero, ¿por qué se llega hasta estas situación? Como se reconoce en el decreto, desde sus orígenes, la Santa Sede nunca vio con buenos ojos su fundación. Las sospechas iniciales sobre el ser y hacer de esta entidad en materia vocacional y su rápida expansión se han ido corroborando con el tiempo como abusos de todo tipo.

Fundador culpable

En el informe vaticano se explicita que el fundador, Carlos Buela, fallecido hace un año y medio resultó “culpable de los delitos de los cuales era acusado”. Fallecido a los 82 años, ya fue apartado por el Vaticano en enero de 2010 de la familia carismática al confirmar que se trataba de un depredador sexual y con firmes sospechas de que había puesto en marcha una estructura para auspiciar una red de abusos.

Sin embargo, los dos institutos que creó siguen presentándolo como “un sacerdote injustamente perseguido por la Santa Sede, y las víctimas son consideradas falsas y carentes de sinceridad”. De hecho, se subraya que “organizan peregrinajes a su tumba, y sus escritos han sido publicados nuevamente y difundidos”.

Fuerte carencia

Aterrizando en las consagradas, en el expediente se alerta de “una fuerte carencia, sobre todo en lo que se refiere al discernimiento vocacional, a la formación de las candidatas y de las religiosas, a la gran inexperiencia y el número demasiado exiguo de las formadoras, al estilo de vida, al servicio de gobierno, confiado a religiosas inexpertas, a veces incluso todavía no definitivamente incorporadas, y al apostolado”.

A estas alturas de esta crisis abierta y creciente, resulta paradójico que, a la vez que trasciende que se fiscaliza a este movimiento en Roma, en paralelo la Santa Sede le confíe uno de los que está llamado a ser templo emblemático de la catolicidad que ayer mismo fue consagrado por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin: la Iglesia del Bautismo en Jordania.

Hay quien considera que parte de la estrategia de los líderes de esta plataforma sería una expansión a toda costa, especialmente en lugares especialmente conflictivos y delicados, como la Franja de Gaza, para impedir que la Santa Sede en un momento determinado se plantee desmantelarlo por completo, bajo el argumento de su entrega incuestionable allí donde ninguna otra congregación quiere ir.

Con estos precedentes, no es de extrañar que el decreto de la Santa Sede, en tono diplomático, inste a “todos los miembros del Instituto” a que acojan “en espíritu de fe, caridad y obediencia estas decisiones” y “colaboren de buen grado” con los nuevos delegados.

Compartir
Noticias relacionadas



Evangelio del día

Escudo Carmelitas Descalzas de Puçol







El Podcast de Vida Nueva