El papa Francisco ha designado 20 cardenales en organismos de la Curia, entre ellos al arzobispo de Santiago de Chile
En 16 Dicasterios y en la Comisión Pontificia para América Latina el papa Francisco ha incorporado a 20 cardenales, entre ellos al arzobispo de Santiago de Chile, Fernando Chomalí Garib.
Fue designado para integrar la Comisión Pontificia para América Latina, creada en 1958 para “aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina” y “estudiar las cuestiones que se refieren a la vida y progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los Dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones” (Juan Pablo II, Constitución Apostólica Pastor Bonus, art. 83).
También tiene como tarea favorecer las relaciones entre las instituciones eclesiásticas internacionales y nacionales, que trabajan en favor de las regiones de América Latina. y los dicasterios de la Curia Romana, entre ellas: el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM); los Organismos episcopales nacionales y con otras Instituciones de ayuda a América Latina; la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR); las Instituciones Católicas Internacionales y otras asociaciones y movimientos que operan en América Latina.
Chomalí fue hecho cardenal el 7 de diciembre pasado, casi un año después de haber asumido como arzobispo de Santiago, su diócesis de origen. Tiene 67 años, es ingeniero civil y se ordenó sacerdote en 1991. Licenciado en Teología Moral en la Academia Pontificia Alfonsiana, doctorado en Teología en la Universidad Gregoriana y obtuvo una Maestría en Bioética en el Instituto Juan Pablo II.
Según informa el portal web iglesia.cl, al conocerse su nombramiento, Chomali expresó: “Estoy muy emocionado y comprometido con la evangelización en América Latina y espero contribuir a comprender a cabalidad la situación de América Latina para poder abordar una evangelización que penetre lo más profundo del alma de esta zona del mundo y dé frutos abundantes en justicia, en fraternidad, en amor”.
Agregó que “Quisiera también darle un gran impulso al conocimiento de la doctrina social de la Iglesia y postular la dignidad de la persona humana y todas las repercusiones que ello tiene en el ámbito social, laboral, familiar”. El Arzobispo dijo además que su motivación es también “contribuir desde la experiencia de la Iglesia en Chile a renovar con fuerza la tarea evangelizadora, consciente que solamente desde Jesucristo se puede articular una sociedad auténticamente humana y, por lo tanto, auténticamente justa y fraterna”.