El presidente de los obispos de México pide a las diócesis colaborar con el programa gubernamental de desarme voluntario

Ramón Castro exhortó a los obispos del país a considerar la posibilidad de facilitar los atrios de las iglesias para llevar a cabo esta iniciativa del gobierno federal

Obispo Ramón Castro

El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro, giró un comunicado a todas las diócesis del país a fin de facilitar la implementación del programa gubernamental de desarme voluntario, denominado ‘Sí al desarme, sí a la paz’, prestando los atrios de las iglesias.



El pasado 10 de enero dio inicio a nivel nacional esta iniciativa de seguridad, y la primera sede fue el atrio de la Basílica de Guadalupe, donde la presidenta Claudia Sheinbaum dio el banderazo de salida a este programa de canje de armas por recompensas económicas o despensas.

En ese sentido, Castró Castro exhortó a los obispos “a considerar esta invitación cuando las autoridades se acerquen con ustedes a dialogar, y libremente discernir y decidir si es conveniente la participación de su Iglesia local en las iniciativas que les presenten”.

La Iglesia, un referente moral y social

El presidente de la CEM señaló que han observado en los últimos meses que el Gobierno Federal, a través de la Unidad de Asuntos Religiosos, Prevención y Reconstrucción del Tejido Social de la Secretaría de Gobernación se ha interesado en involucrar más a la Iglesia en sus estrategias para impulsar una cultura de la paz en las comunidades que presentan más signos de violencia.

Presidenta en la Basílica - programa desarme

Presidenta de México en la Basílica de Guadalupe – programa desarme. Foto: Basílica de Guadalupe

Por ello -añadió- “en ese marco todavía incipiente de colaboración, el Consejo de Presidencia les invita a discernir la invitación que el Gobierno Federal nos ha hecho a la CEM y a cada uno de ustedes, hermanos obispos, que desde sus Iglesias locales guían al Pueblo de Dios”.

El obispo Castro explicó que el pueblo de México ve en la Iglesia católica un refugio de confianza y sinceridad en la que se unen buenas voluntades y vocaciones para alcanzar un bien común.

“La Iglesia no solo ha sido un pilar espiritual, sino también un referente moral y social, ofreciendo consuelo en tiempos de adversidad y orientando a la sociedad en cuestiones éticas y comunitarias, así como a fomentar una cultura de paz“.

Mucho que dialogar con las autoridades

El obispo Ramón Castro recordó que, durante los últimos dos años, no pocos miembros de la Iglesia, ante las experiencias de violencia vividas en carne propia o en personas muy cercanas, han hecho un gran esfuerzo por construir procesos de paz duraderos, tales como los 1,004 Conversatorios por la paz en 20 estados, con participación de 14,225 personas, y 50 Foros de justicia y seguridad en los 32 estados que convocaron a 4,716 participantes, entre otros significativos esfuerzos y acciones.

Esta movilización, añadió, “denominada Diálogos por la Paz, ha permitido valorar lo local, impulsar la reconciliación y la reconstrucción del tejido social e involucrar al mayor número de personas e instancias sociales y gubernamentales”.

El obispo consideró que, si bien todavía hay muchos temas pendientes que dialogar con las autoridades sobre esta problemática tan compleja, es necesario que cada Iglesia local, según su historia y circunstancias, pueda ofrecerse una disposición abierta al diálogo constructivo para llevar a cabo el propósito que expresamos en el Proyecto Global de Pastoral”.

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