San Juan de Dios inaugura en Burgos un Programa de Protección Internacional (PPI) para personas que han tenido que dejar sus hogares a causa de conflictos armados, violencia o persecución. Así lo ha revelado este miércoles, 15 de enero, la Orden Hospitalaria, subrayando que se trata de una iniciativa financiada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones destinada a acoger a familias y personas refugiadas.
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Este proyecto, que la Asociación San Juan de Dios de España desarrolla con éxito desde 2017 en lugares como Ciempozuelos, Manresa, León y Palencia, tiene como objetivo principal facilitar la integración social, laboral y cultural de personas solicitantes de asilo o beneficiarias de protección internacional desde una perspectiva de atención integral.
No en vano, más de 800 personas provenientes de una treintena de países de África, América Latina, Europa y Oriente Medio son atendidas en 11 centros de San Juan de Dios y 2 de las Hermanas Hospitalarias repartidos a lo largo de toda la geografía nacional.
Integración de las familias
Con este nuevo paso en Burgos, San Juan de Dios gestionará un total de siete pisos, proporcionando a estas personas no solo un techo, sino también un completo itinerario de inserción que incluye el aprendizaje del idioma, su acompañamiento psicológico y jurídico, la formación laboral y la preparación para la vida independiente.
El programa, con una duración máxima de 18 meses, se estructura en varias etapas diseñadas para promover la integración y la autonomía de las personas beneficiarias. En la primera fase, se les brinda atención integral y apoyo en el desarrollo de competencias lingüísticas, además de herramientas para su inserción laboral, como la obtención de acreditaciones profesionales y la elaboración de currículos que refuercen su empleabilidad.
Superada esta etapa inicial, comienza un proceso de orientación sociolaboral, que incluye acceso a ofertas de empleo adaptadas a sus perfiles. Posteriormente, quienes obtienen protección internacional entran en una fase de transición hacia la autonomía. Durante este período, las familias reciben apoyo económico que facilita su integración y les ayuda a avanzar hacia una vida independiente.
Los menores serán escolarizados, garantizando así su acceso a la educación en un entorno inclusivo. Este enfoque integral subraya la importancia de ofrecer vehículos reales de inserción para el desarrollo personal de todos y cada uno de los miembros de las familias acogidas al Programa de Protección Internacional (PPI).
Un equipo de atención multidisciplinar
Para ello, San Juan de Dios ha conformado un equipo de atención multidisciplinar para garantizar el éxito del programa compuesto por profesionales especializados en español como lengua extranjera (ELE), trabajo social, orientación laboral, asesoría psicológica y jurídica, integración sociocomunitaria y gestión de la vivienda.
San Juan de Dios actuará como garante para que estas personas, a menudo víctimas de circunstancias adversas, encuentren en Burgos un entorno seguro donde puedan reconstruir sus vidas lejos de sus hogares tras huir de conflictos armados, violencia o persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, identidad de género, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas.