Ante la coyuntura socio política internacional producida por el cambio de gobierno de los Estados Unidos de América, la Conferencia Episcopal de Guatemala, al término de su asamblea general de enero, expresó su preocupación por el fenómeno migratorio y las deportaciones que están sufriendo sus connacionales tras la toma de posesión del nuevo presidente norteamericano Donald Trump.
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Los obispos de Guatemala recordaron que la experiencia del migrante no es fácil: “desde que sale de su tierra, en su travesía hasta el país de destino, está marcada por el sufrimiento y el dolor. Esta situación se agrava cuando es capturado y deportado”.
Por ello, hicieron un llamado a reconocer el valor que tiene el trabajo de estos ‘héroes’, pues en el año 2024 aportaron al país más de 21,000 millones de dólares en conceptos de remesas. “Este aporte de los migrantes es decisivo para que se mantenga la estabilidad económica”, dijeron.
¡Cuidado con los desechos sólidos!
El mensaje al Pueblo de Dios, firmado por el obispo de La Verapaz y presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, Rodolfo Valenzuela Núñez, también expresa su preocupación por la salvaguarda de la ‘casa común’, principalmente el tema del manejo de los desechos sólidos.
Y es que -dicen- hacen falta políticas serias para que la basura sea tratada como establece la ley, por lo que hicieron un llamado al Ministerio de Ambiente y a las autoridades ediles para que den cumplimiento a los acuerdos que regulan la gestión de desechos sólidos, y que entrará en vigencia el 11 de febrero del año en curso.
Al mismo tiempo, exhortaron a toda la población a que maneje adecuadamente la basura que produce, clasificándola debidamente. “Todos juntos podemos evitar la contaminación y mantener limpios nuestras comunidades”.
Nos estamos autodestruyendo
Entre otros temas, los obispos guatemaltecos también manifestaron su preocupación por la entrada del verano, pues el año pasado los incendios forestales en Guatemala afectaron a más de 37,000 hectáreas.
“Nuestro país es rico en recursos naturales, especialmente de bosques; sin embargo, ya se está terminando por los incendios que en la mayoría de las veces son provocados maliciosamente”.
Advirtieron que, con toda esta práctica, se acelerará más el cambio climático. “Se agotan tanto el oxígeno que producen los bosques como los recursos históricos. Si no cuidamos, vamos autodestruirnos”.
Lo mismo dijeron de la explotación minera y se unieron al sentir de otras iglesias, como la de El Salvador, que se han pronunciado en contra de las industrias extractivas para cuidar y respetar la madre naturaleza.
El fenómeno de la desnutrición ha afectado históricamente a los niños de nuestro país, es una de las causas del atraso y falta de desarrollo humano. La seguridad alimentaria es un derecho para toda persona, pero nuestro país no se da por varios factores, tal es como la falta de oportunidades de la participación de la generación de la riqueza, la falta de acceso a la tierra para cultivarla, la falta de educación, la falta de trabajo. Sin embargo, la política social del Estado debería procurar ir eliminando este flagelo que ha incidido cruelmente en el desarrollo del país.
Hacemos un llamado al ministerio de gobernación, ente responsable de la seguridad del país, ante situaciones que vienen azotando a los habitantes de nuestros pueblos: asesinatos, extorsiones, secuestros, robo de toda índole, el narcotráfico. Esta situación genera de los ciudadanos un ambiente de seguridad y sus obras, limita las actividades de la población que se ve intimidada incluso bajo amenazas a través de las redes sociales para fines delictivos. Como caso particular mencionamos la ausencia de las fuerzas de seguridad de las fronteras, sobre todos los pasos llamados puntos ciegos, que están conectados por los carteles del tráfico. Todo guatemalteco tiene derecho inalienable a la protección y seguridad de su vida.
Consideramos que el gobierno, en su primer año, tenido algunos logros, aunque poco conocidos por la población en general, a pesar de los obstáculos encontrados. No obstante, sigue siendo indispensable exigirle que responda a las demandas de la población urge, sobre todo en los rubros específicos de infraestructura y salud.