El Dicasterio Vaticano para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha determinado que cuando una festividad religiosa importante es trasladada de fecha en un país, no es obligatorio asistir a misa el día sustituto. Esta decisión, firmada por el cardenal Arthur Roche el 23 de enero, fue anunciada recientemente en una nota oficial.
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El documento explica que en el calendario litúrgico existen festividades móviles, como las relacionadas con la Pascua, y otras fijas, celebradas siempre en la misma fecha. En ocasiones, puede producirse una superposición de eventos litúrgicos. En esos casos, se debe priorizar la festividad de mayor rango. Del mismo modo, si la autoridad eclesiástica local traslada un “día festivo de precepto obligatorio” a otra fecha, no se traslada la obligación del precepto festivo a dicho día sustituto.
Según el documento ‘Normae universales de Anno liturgico et de Calendario’, cuando dos festividades coinciden en una misma fecha, se sigue la ‘Tabula dierum liturgicorum’ para determinar cuál tiene preferencia. En caso de que una solemnidad sea impedida por una celebración de mayor rango, debe trasladarse al día más próximo que no esté ocupado por celebraciones de prioridad superior.
Sin embargo, surge la cuestión de si el precepto de asistir a misa en un día festivo trasladado sigue siendo obligatorio. El Código de Derecho Canónico (CIC) regula los días de precepto en los cánones 1246-1248, pero no contempla explícitamente la posibilidad de un traslado ocasional debido a la occurrentia festorum.
Caso de Estados Unidos
La nota del Vaticano responde a una reciente decisión de los obispos de Estados Unidos, quienes el año pasado trasladaron la festividad de la Inmaculada Concepción del 8 de diciembre al 9 de diciembre. La razón fue que en 2024 la festividad mariana coincidió con el Primer Domingo de Adviento, celebración de mayor importancia litúrgica. En ese momento, los obispos estadounidenses declararon el 9 de diciembre como festivo religioso, lo que llevó a la obligación de asistir a misa en ambos días.
De acuerdo con la doctrina de la Iglesia, los católicos tienen la obligación de participar en la misa en los días festivos de precepto. En algunos países, como Alemania, esto incluye el lunes de Pascua, el lunes de Pentecostés y el día de la Ascensión. Sin embargo, los obispos alemanes suspendieron temporalmente esta obligación durante la pandemia del coronavirus.