El próximo Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, que se celebrará del 10 al 14 de febrero en Church House, Londres, tendrá como eje central la protección de menores y adultos vulnerables dentro de la institución. Los laicos, pastores y obispos, que conforman las tres cámaras del órgano de gobierno de la Iglesia, deberán elegir entre dos modelos destinados a garantizar que estos temas no queden bajo el control directo de la Iglesia.
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Reforma en la protección de menores
Los dos modelos propuestos buscan trasladar la gestión de la seguridad infantil a un organismo externo. En la primera opción, los responsables de seguridad infantil que actualmente trabajan para las diócesis, catedrales y la Iglesia nacional serían transferidos a una nueva organización independiente. La segunda alternativa permitiría que dichos funcionarios continuaran trabajando dentro de las estructuras eclesiásticas, pero bajo la supervisión de un organismo independiente.
Esta decisión responde a los hallazgos de dos investigaciones lideradas por Alexis Jay y Sarah Wilkinson sobre las estructuras existentes de protección infantil. Además, el Sínodo discutirá una moción derivada del “Informe Makin”, que expuso los abusos cometidos por John Smyth entre los años 70 y 80, y la falta de acción de la Iglesia para detenerlos.
Otros temas clave en la agenda
El Sínodo también abordará el proceso “Vivir en el amor y la fe”, una iniciativa que busca permitir ceremonias para bendecir uniones homosexuales. La discusión sobre la participación de pastores anglicanos en bodas civiles para parejas del mismo sexo se ha pospuesto hasta después del verano, al igual que las posibles protecciones para aquellos clérigos que se opongan a esta innovación.
Asimismo, se debatirá sobre la inclusión de personas de entornos económicamente desfavorecidos en el clero anglicano, tradicionalmente dominado por las clases medias. La lucha contra el racismo dentro de la Iglesia y el uso del deporte como herramienta de evangelización también estarán en la agenda.