Las Hermanas Clarisas salen de Nicaragua

La abogada nicaragüense en el exilio, Martha Molina, refiere que a las religiosas se les notificó que debían “abandonar sus propiedades”

Hermanas Clarisas. Nicaragua

La abogada católica en el exilio, Martha Molina, autora de los informes ‘Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?’, denunció a través de sus redes sociales que las Hermanas Clarisas fueron notificadas de que debían abandonar sus propiedades en Nicaragua. Esta orden se da en el contexto de una creciente persecución religiosa en el país.



Según recordó Molina, la personalidad jurídica de la congregación ya había sido cancelada desde mayo de 2023. Las religiosas tenían presencia en al menos cuatro lugares del país: el Monasterio Inmaculada Concepción de María en Managua; el Monasterio de Clarisas de Santa María de los Ángeles en San Antonio; el Monasterio de las Hermanas Clarisas en la Comarca Las Grecias; y el Convento Santa Clara de Ciudad Darío.

Salida forzada

En su publicación, Molina detalló que a las religiosas solo se les permitió llevar consigo pocas pertenencias. “Dictadura sandinista notifica a las religiosas Clarisas que deben abandonar sus propiedades. Solamente dejaron que sacaran pocas pertenencias, lo que les alcanzaba apenas en sus manos. La mayoría de las religiosas son nicaragüenses. Se desconoce el paradero de ellas”, escribió.

Asimismo, explicó que la congregación había recibido su personalidad jurídica en 2004, pero esta fue “arbitrariamente” revocada el 19 de mayo de 2023. “Oremos por la Iglesia Católica de Nicaragua, que en esta larga noche atravesará más persecución. No es por falta de misiones que fueron confiscadas. Ningún religioso o religiosa abandona su misión en Nicaragua por propia voluntad, sino por la persecución religiosa”, enfatizó.

Hermanas Clarisas en Nicaragua

Hermanas Clarisas durante un retiro en Nicaragua en 2021. Foto: Orden Franciscana Seglar Nicaragua

Salida de los Carmelitas Descalzos

En tanto, el cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua, confirmó el retiro del país de la Orden de los Carmelitas Descalzos, quienes llevaban más de 50 años de servicio pastoral en Nicaragua. Durante su homilía del 26 de enero en la Catedral de Managua, Brenes explicó que la salida se debía a la falta de vocaciones.

“Parte de la dinámica de una parroquia que está administrada por los padres religiosos es que sean mínimo tres sacerdotes, y el provincial me comunicaba desde el mes de agosto que era difícil para ellos, pues no tienen mucho personal“, aseguró Brenes. Además, agradeció la labor de la congregación y pidió a la Virgen del Carmen por más vocaciones.

No obstante, medios disidentes señalan que la aclaración de Brenes busca desvincular esta salida de una posible expulsión, puesto que numerosos religiosos han debido exiliarse o han sido expulsados en los últimos años por el gobierno de Daniel Ortega.

La situación de la Iglesia Católica en Nicaragua sigue siendo motivo de preocupación, con la continua represión hacia clérigos, congregaciones y laicos. Organizaciones de derechos humanos han denunciado que el gobierno sandinista mantiene una política de hostigamiento contra la Iglesia, lo que ha llevado a múltiples expulsiones y al cierre de instituciones religiosas en el país.

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