Los agustinos recoletos en China: un siglo de resiliencia misionera en Shangqiu

Cien años después de su llegada a la diócesis del gigante asiático, los religiosos redoblan su compromiso evangelizador

Misión de recoletos en Shangqiu -China- (fuente: Agustinos Recoletos)

La familia agustino recoleta acaba de cerrar las celebraciones de sus cien años de presencia misionera en la región china de Shangqiu. Un siglo marcado por la fe, la resiliencia y el compromiso frente a adversidades como la guerra, la pobreza y la persecución religiosa. La celebración de este centenario coincide con los avances en las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la República Popular.



Los agustinos recoletos llegaron a la zona en 1924, enfrentando una sociedad casi desconocedora de la fe cristiana y con problemas de extrema violencia, guerras continuas, miseria y desigualdad. Los misioneros no miraron hacia otro lado. Un total de 26 sacerdotes y seis religiosas contemplativas trabajaron en la evangelización y abordaron problemas sociales como la pobreza y las desigualdades. Fruto de su misión, se formaron sacerdotes chinos que testimoniaron el Evangelio pese a las persecuciones.

La situación se complicó en los años 50, obligando a los misioneros españoles a retirarse a Pekín y Shanghái. Sin embargo, la comunidad creció de 700 a más de 10.000 fieles. “El plan de evangelización fue modélico porque pronto hubo sacerdotes chinos agustinos. Estos fueron confinados y encarcelados por sus creencias, lo que los convirtió en testigos de la fe”, explica a Vida Nueva Marciano Santervás, fraile agustino que ha sido coordinador de actividad de la Orden en Shangqiu durante años.

Dispensario médico

Desde el inicio, combinaron evangelización con obras sociales. La fundación de la Santa Infancia el 1 de febrero de 1925 con el rescate de tres niñas abandonadas dio gran respeto a los religiosos en la comunidad. Por otra parte, la zona carecía de instalaciones sanitarias, por lo que el padre Pedro Colomo lideró un dispensario médico que ofrecía atención gratuita, introduciendo campañas de vacunación y colaborando con la medicina tradicional china.

Misión de recoletos en Shangqiu -China- (fuente: Agustinos Recoletos)

Misión de recoletos en Shangqiu -China- (fuente: Agustinos Recoletos)

Además, los misioneros ayudaron a refugiados durante las guerras, salvando vidas tras la inundación de 1938 causada por la voladura en el Río Amarillo. También, se les permitió entrar a prestar ayuda a presos en las cárceles. Pero el control político conllevó persecuciones. En 1952, los religiosos españoles fueron expulsados. Hasta principios de los años 90, cinco recoletos y un seminarista chinos murieron en campos de trabajos forzados.

“No obstante, de las ascuas de los confinados llegó providencialmente una comunicación entre ellos que permitió un nuevo florecimiento encarnado en la figura de Nicolás Shi, obispo de Shanghai, un religioso que fue sometido a injurias y encarcelamiento. Un héroe que se las tuvo que ver con la policía religiosa china. Muy leal al papa. También, José Wang, obispo de Henan”, continúa Santervás.

Bajo el gobierno de Xi Jinping, las restricciones a todas las religiones han endurecido la práctica católica. No obstante, los misioneros continúan su labor de educación y atención a los excluidos. Es especialmente importante el papel de las agustinas recoletas, que mantienen su misión a través de los servicios de salud y la asistencia a ancianos y niños. El legado de la misión ha sido recogido en el libro Sembradores de Esperanza. El fruto de su trabajo se ha traducido en que dos de estos religiosos, Mariano Gazpio y Esperanza Ayerbe, ya están en proceso de canonización.

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