Nicolás Maduro, líder chavista venezolano en el poder, ha pactado con un grupo de iglesias evangélicas y ha declarado como festivo nacional el primer sábado de agosto en adelante con el llamado ‘Día nacional de la marcha para Jesús’.
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Además esta iniciativa le ha dado el rango de patrimonio inmaterial y espiritual de la República bolivariana de Venezuela. “Los hijos de Cristo en marcha, amorosa y armoniosa, bendecidas [sic] por Cristo, porque Cristo vive en Venezuela, y de Venezuela para el mundo”, dijo.
En un acto realizado en el teatro Teresa Carreño de Caracas con pastores y pastoras evangélicos – en su mayoría pentecostales – acordaron también llegar a las cárceles para llevar “la palabra de Cristo”.
De la mano con pastores
Maduro se posesionó el pasado 10 de enero como presidente, a pesar de los duros cuestionamientos de la comunidad internacional tras no presentar evidencias de su triunfo electoral, sigue ejerciendo “de facto”.
Por eso, ha insistido que en el actual plan de gobierno de las 7T busca reformar los penales del país con ayuda de los evangélicos para que puedan “redimir al hombre y a la mujer que han violado la ley”.
Reconoció el trabajo de los pastores en la entrega de ayudas sociales, “hay que convocar al reencuentro, a quien piense diferente. Jamás cultivar el odio será el camino de Cristo. Nosotros inspirados debemos llevar el mensaje”, dijo Maduro.
Declaraciones que dio en medio de serios cuestionamientos de violación de derechos humanos: más de 1.500 presos políticos, grupos paramilitares ejerciendo control en las protestas de la oposición y sus adversarios políticos en la clandestinidad o en el exilio.
Diabólicas redes sociales
En el encuentro con los evangélicos, Maduro cargó contra las redes sociales. De hecho, ha indicado que “pertenecen a sectas diabólicas. A lo único que adoran es al poder”.
Señaló que las redes sociales son usadas “para destruir a la familia, para promover la pornografía, los retos virales que destruyen a niños, niñas, para promover mil formas de destrucción humana tenemos que hacer algo”.
Por eso pidió consejo a los pastores para crear una propuesta de consenso nacional “construida con sabiduría” para actuar de “manera vehemente” para que “las redes sociales no le hagan más daño al país”.
Desde el 28 de julio – día de la elección presidencial – Maduro y los obispos venezolanos han tomado distancia. En reiteradas oportunidades, los prelados han pedido al Consejo Nacional Electoral muestre los resultados desglosados para garantizar la transparencia del proceso.