Ante la despenalización del aborto en Chihuahua (México), el obispo de Ciudad Juárez llama a construir una sociedad que promueva la vida

José Guadalupe Torres Campos lamenta la sentencia y asegura que “la defensa de la vida no es un tema exclusivo de la fe, sino una exigencia de humanidad”

obispo José Guadalupe Torres Campos

En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la criminalización del aborto voluntario en el estado de Chihuahua.



Ante el anuncio hecho este 30 de enero de 2025, el obispo José Guadalupe Torres Campos de la Diócesis de Ciudad Juárez, que está ubicada en ese estado, llamó a construir una sociedad en la que toda ley promueva la dignidad de la vida humana; lamentó la sentencia y aseguró: “la defensa de la vida no es un tema exclusivo de la fe, sino una exigencia de humanidad”.

En un comunicado, manifestó que la resolución de la autoridad “resulta extraña para el sentir de la mayoría de los chihuahuenses que estamos a favor del respeto de la vida desde su concepción hasta su muerte natural”.

pies de bebé y manos de adulto

Foto: Unsplash

Buscar una verdadera solución

Señaló que el aborto es un acto inmoral “porque el asesinato de una vida humana, jamás podrá ser considerado solución para ninguna de las problemáticas por las que se pretexta su legislación. Incluso de manera gravísima hasta el noveno mes de gestación”.

Para el obispo Torres, tanto la Iglesia como el gobierno y la sociedad civil, “hemos de buscar otros recursos que sean portadores de esperanza y verdadera solución. No permitamos que ninguna mujer se sienta sola en su embarazo o que por cualquier razón considere la práctica abortiva como una respuesta adecuada”.

A quienes les compete la responsabilidad de legislar, les recordó que “la función de la ley es la de tutelar y promover todo aquello que de suyo es valor universal, y por tanto un derecho. Sobre todo, el derecho a la vida, que es el origen y fundamento de cualquier otro. La naturaleza de la ley no es la de definir, sino la de reconocer y custodiar todo aquello que por sí mismo es valioso y bueno”.

Valorar el don de la vida

Exhortó a la comunidad diocesana, “para que en circunstancias críticas como esta, redoblemos nuestra creatividad e inventiva. Que cada comunidad parroquial, institución eclesial y familia, sea en primer lugar, un espacio donde todos aprendamos a valorar el don de la vida y al mismo tiempo acompañemos a quien en su condición de madre pudiera estarse sintiendo sola”.

Concluyó elevando sus oraciones a Dios y a santa María de Guadalupe “que llevó en su seno la vida misma, para que tanto creyentes y hombres y mujeres de buena voluntad, logremos encontrar caminos de verdadero humanismo que nos permitan construir una sociedad en la que toda ley reconozca, custodie y promueva la dignidad de la vida humana”.

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