El adiós definitivo del Sodalicio: “Asumimos con docilidad nuestra supresión”

El movimiento peruano cierra su asamblea general a la vez que da por terminada su existencia tras confirmarse una corrupción estructural y abusos de todo tipo

Sodalicio de Vida Cristiana

El Sodalicio de Vida Cristiana se despide oficialmente. Y lo ha hecho a través de un comunicado con el que echan el cierre tras concluir la asamblea general celebrada durante este mes en la localidad brasileña de Aparecida en la que tenían previsto renovar su cúpula directiva.



Sin embargo, como reconocen desde el movimiento peruano creado en 1971 por el laico Luis Fernando Figari y que hasta ahora contaba con más de 20.000 seguidores, en el transcurso de este encuentro recibimos la comunicación de que el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con aprobación específica del Papa Francisco, había decidido suprimir al Sodalicio de Vida Cristiana”.

Plena obediencia

En la nota emitida hoy mismo, se expone que “los sodálites asumimos con docilidad esta decisión manteniendo nuestra confianza en la Providencia de Dios”. A la par reafirman “nuestra plena obediencia al Santo Padre y lo seguimos acompañando con nuestras continuas oraciones”.

Sodalicio de Vida Cristiana

Sodalicio de Vida Cristiana

Lo cierto es que esta medida excepcional tomada por Roma es fruto de una exhaustiva investigación interna que corroboró abusos de poder, conciencia y sexuales por parte de su cúpula, incluida el fundador, además de un entramado de corrupción que habría malversado en torno a mil millones de euros.

Perdón a las víctimas

Con estas coordenadas, expresan ahora “con dolor y profundo arrepentimiento, nuestro pedido de perdón a las víctimas y a todas las personas afectadas por los diversos abusos ocurridos en nuestra historia, por las heridas producidas y por todo el escándalo que esto ha ocasionado”.

En el comunicado, agradecen el acompañamiento de los delegados pontificios -el cardenal jesuita Gianfranco Ghirlanda y el franciscano Guillermo Rodríguez Rico-, pero no hacen referencia alguna a los artífices de la investigación que ha llegado a disolver el Sodalicio: el arzobispo maltés Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu.

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