El Papa reivindica su reforma sobre las nulidades: “Es triste saber que los fieles no la conocen”

En su encuentro con la Rota Romana, llama a los obispos diocesanos a reforzar los tribunales y garantizar la gratuidad de los procesos

El papa Francisco, en la audiencia a la Rota romana

Se cumplen diez años de la publicación de los motu proprio sobre las nulidades matrimoniales: ‘Mitis Iudex Dominus Iesus’ y ‘Mitis et Misericors Iesus’. Precisamente este ha sido el epicentro del discurso que el papa Francisco ha pronunciado esta mañana durante la audiencia mantenidaa todo el equipo del Tribunal de la Rota Romana con motivo de la inauguración del Año Judicial, con el decano Alejandro Arellano al frente.



Nada más arrancar su alocución el Papa recordó que planteó la necesidad de aplicar los motu proprio “con competencia y diligencia en favor de todos los fieles”. De la misma manera, subrayó que el obispo diocesano ha de estar en el centro de esta reforma como responsable de “administrar justicia en la diócesis, tanto como garante de la proximidad de los tribunales y de su vigilancia”.

Bien formados

En este sentido, el Papa explicó que ha decidido incluir la actividad de los tribunales en la pastoral diocesana, al constatar que “es triste saber que los fieles” desconocen todas las posibilidades que ofrece el proceso de nulidad. A la par, insistió que los procedimientos han de ser gratuitos y que las diócesis han de contar con tribunal propio, con personas “bien formadas” -clérigos y laicos- y que su trabajo se haga con justicia y diligencia.

El papa Francisco, en la audiencia a la Rota romana

El papa Francisco, en la audiencia a la Rota romana

“La inversión en la formación de estos trabajadores -formación científica, humana y espiritual- beneficia siempre a los fieles, que tienen derecho a una atenta consideración de sus peticiones, incluso cuando reciben comentarios negativos”, señaló el Pontífice ante su auditorio.

No complicar procesos

Ahondando en el sentido del proceso, hizo hincapié en cómo ha de tener como eje “la posibilidad de la plena participación en la vida sacramental” y evitar, utilizando palabras de Benedicto XVI, “complicar innecesariamente la vida de los fieles, ni mucho menos exacerbar sus disputas”. Por ello, reivindicó el derecho de defensa y la presunción de validez del matrimonio.

Francisco sacó pecho de una reforma que ha buscado la rapidez en los procesos sin que se vea mermada la justicia, como el hecho de suprimir la necesidad de una doble sentencia. “Vuestro trabajo de discernimiento sobre la existencia o no de un matrimonio válido es un servicio a la salus animarum, en la medida en que permite a los fieles conocer y aceptar la verdad de su propia realidad personal”, expuso al respecto.

Aplicación operativa

Por su parte, el decano de la Rota Romana se dirigió al Santo Padre deteniéndose también en la reforma sobre las nulidades. Arellano expuso que se ha hecho “operativa en la letra y en el espíritu, sin rigorismos estrechos ni laxitudes arbitrarias, con el compromiso constante de interpretarla según sus principios inspiradores y vuestro magisterio, aplicándola con cuidado y realizando siempre una síntesis fecunda entre caridad y justicia”.

Con la mirada puesta en el Jubileo de la esperanza, remarcó que la administración de la justicia tiene que tener como horizonte que “los heridos puedan encontrar la paz”. Así, redobló el compromiso de su equipo para “ser sembradores de esperanza para todas las familias heridas, alejadas de la Iglesia o en dificultad, que han perdido la esperanza en la justicia, en la misericordia, en el amor de Dios que resucita al hombre devolviéndole su dignidad”.

“Es necesario ir más allá de la ley, con el impulso de la caridad, buscando el bien del otro a través de la entrega generosa de la propia existencia”, reivindicó el español Alejandro Arellano.

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