Días atrás, el presidente estadounidense, el republicano Donald J. Trump, anunciaba que Israel le cedería “el control” de Gaza para “demoler” todo lo construido y levantar un inmenso complejo inmobiliario poblado por “gente de todo el mundo”… Lo que implica la expulsión de la población local, unos 2,3 millones de palestinos, a países de la zona como Jordania o Egipto.
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Pero, aunque podía parecer una amenaza verbal sin muchos visos de llevarse a cabo en la realidad, se están dando los primeros indicios de que algo se está moviendo en este sentido en Palestina. Al menos, así lo ha denunciado hoy en sus redes sociales Raquel Martí, directora ejecutiva de la UNRWA (la delegación de la ONU que trabaja con refugiados palestinos y cuya labor está cortando de raíz el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu), que ha dado a conocer que “al menos 40.000 palestinos han sido desplazados a la fuerza por el ejército israelí en Cisjordania. Están vaciando los campos de refugiados. El ejército, además, ha llevado a cabo 38 bombardeos en Cisjordania desde el inicio del año”.
🆘 Al menos 40.000 personas palestina desplazadas a la fuerza por el ejército israelí en Cisjordania. Están vaciando los campos de refugiados.
El ejército además ha llevado a cabo 38 bombardeos en Cisjordania desde el inicio del año.— Raquel Martí (@Raquel_Marti_) February 10, 2025
Violación del derecho internacional humanitario
Una maniobra que habría empezado hace ocho días, cuando las fuerzas armadas hebreas habrían “obligado a las familias a abandonar sus hogares en el campo de refugiados de al-Far’a”. En poco más de una semana, ya habría “40.000 desplazados por la fuerza”, en lo que supone “otra violación del derecho internacional humanitario, pero esta vez en Cisjordania”.
En este delicado contexto, en el que Hamás ha suspendido la liberación de rehenes israelíes prevista dentro de la tregua firmada con Tel Aviv semanas atrás, el propio Trump se reúne este martes, en la Casa Blanca, con el rey Abdalá de Jordania. Así, aunque el monarca se ha expresado públicamente en contra de la expulsión de los palestinos de su tierra, el mundo está expectante por los posibles frutos de la cumbre. Y más ante la amenaza del mandatario estadounidense de que recortará las ayudas a Jordania si esta no acepta su plan.
No para para dominar a otras naciones
En plena crisis, resuenan con fuerza las palabras del papa Francisco, este pasado 9 de febrero, en el Jubileo de las Fuerzas Armadas, donde clamó que “este servicio armado solo debe ejercerse en defensa propia, nunca para imponer el dominio sobre otras naciones. Siempre observando las convenciones internacionales sobre conflictos. Y, ante todo, con sagrado respeto a la vida de la Creación”.
También se ha manifestado estos días el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, quien, en una entrevista con la agencia eclesial italiana SIR, ha reclamado que “necesitamos una nueva visión y un nuevo liderazgo”. Así, desde la sensación de que “no creo que hoy estemos en condiciones de iniciar debates serios y constructivos sobre el futuro”, pide ir más allá de esta coyuntural tregua y “trabajar a largo plazo”, pues “no creo que el fin del conflicto llegue tan pronto”.
En este sentido, Pizzaballa reflexiona en alto y lamenta que “Abu Mazen [presidente de la Autoridad Nacional Palestina y hombre fuerte en Cisjordania] y Netanyahu no son los hombres que tengan una visión abierta para el futuro”.