“Por cuestiones de índole personal he presentado mi renuncia al gobierno pastoral como Obispo diocesano de San Rafael al Santo Padre Francisco a quien le agradezco su confianza cuando me nombró obispo de esta Diócesis”. De esta manera, el agustino recoleto Carlos María Domínguez, informaba su decisión, después de dos años de pastoreo y sin anunciar quién será su sustituto.
El papa Francisco ha aceptado esta renuncia, y ha nombrado en su reemplazo al obispo auxiliar de Mendoza, Marcelo Mazzitelli, como administrador apostólico. La noticia fue dada a conocer en Roma, y en Argentina, a través del nuncio apostólico, Miroslaw Adamczyk.
El ahora emérito indicó que durante tres años, uno como administrador apostólico y otros dos como diocesano, se entregó con todo el corazón a la Iglesia rafaelina. Y agregó: “Intuyo la perplejidad que cause en todos ustedes esta noticia. Pero, créanme, esta decisión me causa un profundo dolor”.
Seguidamente, dio gracias por todas las muestras de afecto y por sentirse acompañado por la oración de todos. Aprovechó la oportunidad para “pedirles perdón por lo que hice mal, por lo que no hice y por lo que no supe hacer”.
Aseguró que, en su corazón lleva a todos y a cada uno, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas, consagrados y laicos que Dios ha puesto en su camino episcopal.
Pidió que recen por él porque en estos momentos le hace mucho falta; a la vez prometió su oración por el pueblo de Dios y por “esta diócesis a la que amo”. Finalmente, se encomendó a la Virgen de Lourdes, y a la protección angelical de San Rafael.