Sor Raffaella Petrini, de 56 años y perteneciente a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, es desde hoy la primera ‘alcaldesa’ de la historia del Vaticano. A todas luces será la regidora del Estado más pequeño del mundo, con 600 habitantes y cerca de 2.000 empleados. El papa Francisco ha designado oficialmente a esta consagrada como presidenta del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano y presidenta de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Estos dos cargos recaían hasta ahora en el cardenal español Fernando Vérgez, que ha desempeñado este servicio desde 2021 y que ahora se jubila.
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Petrini se convierte así en la mujer que se sitúa en el mayor escalafón de la Iglesia católica hasta la fecha, rompiendo un nuevo techo de cristal. En noviembre de 2021 el Papa la nombró secretaria general del Governatorato y, desde entonces, ha trabajado mano a mano con Vérgez. Pero, sobre todo, se ha logrado la confianza de Francisco, que en público y en privado no ha dudado en elogiar su gestión, además de ganarse el respeto de la Curia.
Poco a poco
Aunque hoy se ha hecho oficial su designación, fue el pasado 19 de enero cuando el Santo Padre desveló su nombramiento durante su participación en un programa de televisión italiano, en el que puso en valor su apuesta por el liderazgo de la mujer en la Iglesia. “El trabajo de las mujeres en las Curias es algo que ha ido poco a poco y se ha entendido bien. Ahora tenemos muchas”, comentó entonces el Papa, que destacó que “las mujeres saben gestionar mejor que nosotros”.
Petrini es romana y está licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Internacional Libre de Guido Carli de la capital italiana. Además, logró el doctorado en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino, donde es profesora de Economía del Bienestar y Sociología de los Procesos Económicos.
Antes de que el Papa la fichara para el Governatorato, ya fue oficial en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Actualmente también es miembro del Dicasterio para los Obispos y forma parte de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, conocido por sus siglas, APSA, que es el órgano encargado de gestionar las finanzas del Vaticano.