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El asesino de la ursulina Joanne Marie Mascha pide perdón… 30 años después

| 17/02/2025 - 19:01

Desde su celda, el hombre que mató a la religiosa en Ohio después de violarla ha escrito una carta de arrepentimiento





Casi 30 años después de un crimen que sacudió a una comunidad religiosa, un hombre condenado por la violación y asesinato de una monja en Ohio ha enviado una carta de arrepentimiento. Daniel Pitcher, quien cumple cadena perpetua, pidió perdón a las Hermanas Ursulinas de Cleveland por el asesinato de la hermana Joanne Marie Mascha en 1995.



Los recuerdos de aquel terrible día de 1995 nunca desaparecieron, y aunque el dolor pasó a un segundo plano en sus vidas, tampoco se esfumó por completo. Cuando Laura Bregar, hermana ursulina de Cleveland, abrió la carta, todo —la conmoción, el horror, el dolor interminable— volvió a la luz. “Por supuesto, lloré”, dijo Bregar, ahora presidenta de la congregación. “Me hizo recordar todo”.

Una carta inesperada

La carta, recibida en septiembre, era de Daniel Pitcher, quien violó y asesinó a la hermana Joanne Marie Mascha hace 30 años en el bosque detrás de la casa madre de la congregación. Actualmente, Pitcher cumple cadena perpetua en una prisión de Ohio.

Había escrito a las hermanas porque estaba arrepentido y pedía perdón. Mascha tenía 59 años cuando murió y era conocida por su amabilidad y amor por la naturaleza. Estaba comprometida con la no violencia y era activa en grupos por la paz y la justicia. “Me quedé realmente atónita cuando recibimos esta carta”, dijo la hermana Joanne Gross, abogada, que además ayudó a su congregación a navegar por el proceso legal tras el arresto de Pitcher. “Fue como decir: ‘Dios mío'”.

Dolor resucitado

La carta conmocionó a las pocas hermanas que la conocían, pero no porque no supieran cómo responder al pedido de perdón de Pitcher, sino porque revivió el trauma de la pérdida.

La hermana Kathleen Flannery destacó que el tiempo trae sanación, pero también reaviva el dolor. La muerte de Mascha no fue la única tragedia que las hermanas ursulinas tuvieron que revivir. En 1980, la hermana Dorothy Kazel fue asesinada en El Salvador junto con la misionera laica Jean Donovan y las hermanas Maryknoll, Maura Clarke e Ita Ford. “De repente, perdimos a dos hermanas a causa de la violencia“, dijo Flannery. “Ambas situaciones fueron muy diferentes, pero el dolor de la pérdida es similar”.

La hermana Masha y su asesino, Daniel Pitcher

La decisión de perdonar

Cada una de las hermanas que conocía la carta supo inmediatamente cuál sería su respuesta a la petición de Pitcher. Sin embargo, necesitaban llevarla al resto de la congregación.

La hermana Maureen McCarthy, que era presidenta cuando Mascha fue asesinada, explicó que la decisión de no pedir la pena de muerte para Pitcher se tomó hace 15 años. “Inmediatamente supe que iba a ser ‘Las Ursulinas están en contra de la pena de muerte'”, dijo McCarthy. “Pero todas las hermanas, excepto una, respaldaron la decisión“.

Los fiscales siguieron adelante con sus esfuerzos para condenar a muerte a Pitcher, pero las Ursulinas enviaron faxes y cartas a otras comunidades religiosas para pedir apoyo en su postura contra la pena capital. El jurado condenó a Pitcher por violación, secuestro, robo con agravantes y homicidio, pero, por un aparente error, no marcaron la casilla para la pena de muerte. La jueza consideró esto un acto divino. “No creo que haya sido un error”, dijo McCarthy. “Creo que fue el poder de la oración”.

Un intercambio de cartas

Pitcher, que tenía 21 años al momento del crimen, escribió una breve carta en la que expresaba su pesar y pedía perdón. “Queridas Hermanas Ursulinas, espero que todo vaya bien. Les escribo para pedirles perdón por lo que le hice a la Hermana Joanne Marie en marzo de 1995. Era un niño asustado que no pedía ayuda. Lamento mucho haberla matado”. Bregar y el equipo de liderazgo redactaron una respuesta: “Aceptamos sus disculpas. Le pedimos que viva su deseo de perdón siendo una persona de bondad, paz y amabilidad”.

La transformación del perdón

El perdón de Pitcher fue sólo el primer paso. Para las hermanas, esta experiencia renovó su compromiso de luchar contra la pena de muerte. “Nos hizo darnos cuenta de que hay que saber interpretar los signos de los tiempos”, dijo Susan Durkin, quien lidera los esfuerzos de la congregación. “Los signos nos dicen que este es el momento y que hay que volver a esforzarse”.

Ahora están trabajando con Catholic Mobilizing Network para presionar a los funcionarios de Ohio a abolir definitivamente la pena de muerte. “Realmente queremos utilizar esto de una manera positiva en honor a Joanne Marie”, dijo McCarthy. “Si hemos sido perdonados, ¿no debemos hacer lo mismo?”.

Etiquetas: asesinatoEEUUmonjas
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