La filial brasileña de Cáritas ha anunciado este lunes, tal como informa EFE, la suspensión temporal de dos proyectos destinados a la población migrante venezolana en el estado de Roraima ante la “ausencia de nuevos aportes financieros” por parte de Estados Unidos.
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Se trata de las iniciativas de seguridad alimentaria ‘Proyecto Sumaúma: Nutriendo Vidas’ y de acceso al agua, saneamiento e higiene ‘Orinoco: Aguas que Transpasan Fronteras‘, ambos hasta el momento costeados en un 100% por recursos provenientes del Gobierno de Estados Unidos.
Y es que, como una de sus primeras medidas, el mandatario estadounidense firmó una orden ejecutiva para reducir “significativamente” la plantilla de la Administración pública y otorgar más poder al nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), que está bajo la supervisión de Elon Musk y que se encarga de recortar el gasto público.
Como parte de su ofensiva para reducir gastos, el DOGE ha desmantelado de facto la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), lo que despertó la preocupación de Gobiernos y organizaciones de la sociedad civil de diferentes lugares del mundo.
Según datos oficiales del Gobierno estadounidense, en 2024 Usaid distribuyó más de 44.000 millones de dólares en ayuda global. De esta suma, alrededor de 2.300 millones de dólares fueron dirigidos a iniciativas en América Latina, representando un pilar fundamental para diversos programas relacionados a la migración, la salud, la educación y la preservación ambiental, entre otras áreas.
Agua y alimentos
Según informó a EFE un portavoz de Cáritas, el proyecto ‘Nutriendo Vidas’ era respaldado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el otro, con foco en el acceso al agua, recibía fondos de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado norteamericano. En este contexto, Cáritas Brasil habilitó una campaña espontánea de donación de fondos para reanudar “el desarrollo de esos programas esenciales”.
‘Orinoco: Aguas que Transpasan Fronteras’ ya había sufrido un cierre temporal a inicios de enero ante el anuncio de recorte de gastos del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aunque luego reabrió con fondos propios y donaciones, bajo la promesa de buscar nuevos socios que garanticen el funcionamiento pleno del proyecto a futuro.
Según el comunicado, el proyecto Sumaúma distribuía 1.800 comidas diarias de lunes a viernes, garantizando “alimentos con alto valor nutricional”, mientras que el proyecto Orinoco garantizaba el acceso a baños, duchas, bebederos de agua potable y lavanderías a 1.000 personas diariamente.