La Conferencia del Episcopado Mexicano expresa su dolor y preocupación “cuando el arte se utiliza para herir la sensibilidad y los símbolos sagrados de cualquier comunidad, pues esto no construye puentes sino que profundiza las divisiones en nuestra sociedad”
Exposición 'Venida del Señor'. Foto: EFE
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó su dolor y preocupación por la exposición ‘La Venida del Señor’, actualmente presentada en el Antiguo Colegio de San Carlos, administrado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
A través de un comunicado, los obispos -sin hacer referencia directa a la referida exposición presentada en un museo de la Ciudad de México– consideraron que el arte debe servir para construir puentes y no para dividir a la sociedad mediante la burla o el desprecio hacia símbolos sagrados de cualquier comunidad.
Los obispos lamentaron que la exposición sea presentada en la UNAM, “casa de estudios pública que tiene como primer valor de su código de ética, la convivencia pacífica y respeto a la diversidad cultural, étnica y personal. Con toda razón esta situación ha provocado indignación en nuestra comunidad”.
Hicieron un llamado a reflexionar profundamente sobre el poder transformador del arte cuando éste se pone al servicio del encuentro y el diálogo entre los hombres y sus creencias.
En ese sentido, aseveraron: “el arte auténtico tiene la capacidad única de elevarnos más allá de nuestras diferencias, de mostrarnos la belleza en la diversidad y de revelarnos la dignidad sagrada que compartimos todos los seres humanos… Nos duele y preocupa cuando el arte se utiliza para herir la sensibilidad y los símbolos sagrados de cualquier comunidad, pues esto no construye puentes sino que profundiza las divisiones en nuestra sociedad”.
Además, recordaron que el papa Benedicto XVI destacó la importancia de la belleza en el arte como un reflejo de la gratuidad divina, la libertad y la esperanza. Asimismo, señalaron que toda expresión artística debe integrar sus dimensiones personal y comunitaria, sin menoscabar las creencias de otros.
En el marco del Jubileo de los artistas y la cultura, que se celebra en Roma del 15 al 18 de febrero, la CEM reiteró su llamado a que el arte sea un instrumento de paz y diálogo. Los obispos enfatizaron que la auténtica provocación del arte no radica en la profanación de lo sagrado, sino en su capacidad de inspirar, unir y fomentar el respeto por la diversidad.
La Iglesia invitó a los artistas y gestores culturales a reflexionar sobre el impacto de sus obras en la sociedad, promoviendo expresiones que contribuyan a sanar las heridas de la intolerancia y la polarización. “Que el arte construya la paz”, exhortaron en su mensaje.