Siete días después del ingreso de Francisco en el Policlínico Gemelli, aquejado de una bronquitis a la que se ha sumado una neumonía bilateral, a primera hora de la mañana de este jueves 20 de febrero, la Sala de Prensa de la Santa Sede ha actualizado la información sobre su salud con este breve mensaje: “El Papa pasó una noche serena, se levantó y tomó el desayuno en un sillón”.

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Una tranquilizadora noticia, pues reafirma lo que ya se dio a conocer ayer, cuando se recalcó que el Pontífice no tiene fiebre ni necesita respiración asistida, además de que su corazón se encuentra en buen estado y se levanta de la cama, despachando con sus dos secretarios, que le acompañan.

Visitas de Meloni y Parolin

Además de que también ayer, por la tarde, fue el primer día que recibió visitas, acudiendo a verle la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.

Las buenas sensaciones las confirmó la propia Meloni, quien, a la salida del hospital, tal y como difundió el Palazzo Chigi en una nota, dijo lo siguiente: “Estoy muy contenta de haberlo encontrado lúcido y reactivo. Hicimos bromas, como siempre. No perdió su proverbial sentido del humor”.

Los análisis muestran una leve mejora

Ayer, un segundo parte difundido por la Santa Sede, ofreció más motivos para la esperanza: “Las condiciones clínicas del Santo Padre se presentan estacionarias. Los análisis de sangre, evaluados por el equipo médico, demuestran una leve mejora, especialmente de los índices inflamatorios”.

Sobre el encuentro del Papa con Meloni, el ‘Corriera della Sera’ publica una confidencia que Bergoglio le había transmitido a la mandataria transalpina: “Hubo quienes rezaron para que yo muriera, pero el Maestro me dejó aquí”. Un claro dardo a los sacerdotes de la tertulia digital ‘La sacristía de La Vendeé’, que, meses atrás, tuvieron que cerrar su espacio (por no mucho tiempo) tras el escándalo producido por la afirmación de uno de los curas, que, entre las risas de sus compañeros, pidió rezar para que el Papa fuera al cielo “cuanto antes”.

 “Siempre me lo echan en cara”

Como detalla el rotativo italiano en su edición vespertina, Francisco comentó a Meloni que “sé que hay gente por ahí que dice que ha llegado mi hora. Siempre me lo echan en cara. De hecho, alguien rezó para que el Pontífice fuera al Paraíso, pero el Maestro pensó que igual me dejaba aquí”.

Ironías aparte, el Papa también le expresó a la mandataria su tristeza por “no poder vivir en persona el santo Jubileo”. De hecho, el pasado fin de semana tuvo que renunciar a participar en el Jubileo de los Artistas y este tampoco podrá estar en el Jubileo de los Diáconos. Pero ya se ha convencido de la necesidad de hacer caso a los médicos, que “me han dicho que debo tener cuidado con mi salud porque, si no, me iré directamente al cielo”.