El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Briviesca (Burgos) investiga a la exabadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado, sor Isabel de la Trinidad, de nombre civil, Laura García de Viedma, por un delito de apropiación indebida. ¿El motivo? La venta que realizó a un establecimiento burgalés de 1,73 kilos de oro en lingotes por un valor de 130.000 euros.
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Según ha desvelado en el Diario de Burgos, la líder del grupo cismático acudió ayer al tribunal tras recibir el lunes una notificación de comparecencia en calidad de investigada. Al parecer, la Policía Nacional comunicó al Arzobispado de Burgos que la ex abadesa había actuado como administradora de los bienes del Monasterio y, por tanto, de los lingotes, cuando esta potestad corresponde al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, desde que fuera designado como comisario pontificio por Roma. En paralelo, los agentes bloquearon los lingotes en la tienda e instaron a los dueños del establecimiento a que no llevaran a cabo ninguna actividad con el oro hasta que se acreditara quien es el propietario legítimo.
¿Sobreseimiento?
Según ha indicado a EFE Florentino Aláez, el abogado de las monjas cismáticas, la clarisa excomulgada se acogió a su derecho en tanto que “no se les han transmitido todas las actuaciones ni la documentación” recogida en el sumario. Aláez estuvo acompañado del otro letrado que las representa, Enrique García de Viedma. “La información que tenemos es un poco difusa”, ha insistido, defendiendo que la venta fue legal y confiando en que “en breve que se aclare todo y que la juez dicte auto de sobreseimiento”.
La ex abadesa de Belorado, sor Isabel de la Trinidad
La propia ex abadesa, hace unos días, a través de una entrevista por vídeo difundida a los medios de comunicación justificó la compra del oro en 2020 como una inversión segura, de la misma manera que admitió que fue ella la dio el paso a vender las piezas este enero. “Laura García de Viedma carece de capacidad legal para realizar operaciones económicas en nombre de los Monasterios de Belorado y Derio”. Con esta determinación se mostró el Arzobispado de Burgos en un comunicado después de que trascendiera la operación realizada por la abadesa defenestrada.
