“No estamos en absoluto en período precónclave ni mucho menos”. Es la reflexión que esta mañana ha lanzado el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, al ser preguntado por la posibilidad de que el papa Francisco renuncie, un debate abierto tras su ingreso hospitalario en el Policlínico Agostino Gemelli por una bronquitis y una neumonía bilateral.
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“Como obispo y como fiel cristiano, lo he vivido con preocupación traducida en oración y en eucaristías, pero también con esperanza”, asegura sobre estas dos semanas de internamiento del Pontífice. García Magán hizo esta declaraciones esta mañana en el marco de la rueda de prensa con motivo de la Comisión Permanente que se ha reunido esta semana en Madrid.
No es el final
Eso sí, en este sentido, ha querido despejar cualquier escenario más complejo en lo que a Francisco: “Aunque los partes médicos parecía que podían hablar de un agravamiento de la salud del Papa, tampoco me parecían que fueran de una gravedad tan especial”. Así, el portavoz de los obispos compartió que “la muerte de Benedicto XVI fue más repentina, pero en este caso nos recordaba al proceso de enfermedad de Juan Pablo II y se veía una situación de gravedad inminente que no percibo ahora”.
Como prueba de los “buenos indicadores” del estado del Pontífice, no solo se remitió a la “leve mejoría” que destacan los informes médicos dentro de su pronóstico reservado, sino a los encuentros de trabajo que ya está teniendo con sus colaboradores, entre ellos, el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el sustituto de Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.
Limitación mental
Y aunque recordó que la renuncia está prevista en la legislación de la Iglesia y Benedicto XVI abrió camino en esta materia con una decisión que fue libre y voluntaria, García Magán descartó que hoy por hoy se dé ese extremo. A la par recordó que Francisco ya entregó una carta en 2013 para una eventual renuncia que podría activarse, según el portavoz de los obispos, en caso de una “limitación mental”. “Lo que tiene ahora son enfermedades propias de la edad y lo que ha dicho la Iglesia no se gobierna con la silla de ruedas sino con la cabeza”, señaló despejando la duda sobre una dimisión inmediata de Jorge Mario Bergoglio.
“Lo que tenemos que hacer todos, y hago un llamado al Pueblo de Dios, es rezar por la salud del Papa, como hacemos con nuestras familias y tenemos a nuestros padres y otra persona enferma, nos unimos desde la oración a su cama”, compartió el también obispo auxiliar de Toledo.
Otras cuestiones
Más allá de la salud de Francisco, entre otros temas tratados en la Comisión Permanente, se han perfilado las líneas pastorales de la Iglesia que se pondrán en marcha a partir de 2026, así como las herramientas para aterrizar las conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad.
De la misma manera, los obispos han perfilado una declaración para reivindicar la fe de Nicea, cuando se cumplen 1.700 años del concilio ecuménico y están trabajando en un documento sobre la pastoral de la santidad y un reglamento del Consejo General de la Iglesia en la educación, un nuevo órgano de reflexión eclesial en el ámbito de la enseñanza.