Austen Iverigh: “Francisco tiene serenidad frente al pánico de la Curia”

comunicador británico

El comunicador británico Austen Iverigh conoce a Francisco más allá de los meros recopilatorios biográficos que se multiplican en estos días. Sus conversaciones con Jorge Mario Bergoglio sobre su pensamiento y su interioridad le han llevado a publicar alguna obra a cuatro manos con el Papa. Por eso, cuando supo de su ingreso hospitalario, no dudó en viajar a Roma alarmado. Después de unas jornadas de alarma, ahora asegura vivir con “optimismo cauteloso” lo que considera que va a ser “una recuperación lenta”.



Esta encrucijada papal coincide con la publicación en Italia de ‘Lo primero es pertenecer a Dios’ (Sal Terrae), una guía espiritual basada en los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, bañados por el magisterio de Bergoglio. “Armé el libro para poder embotellar las lecciones espirituales fundamentales del Pontificado y para invitar a personas de a pie a entrar en ese camino de conversión, asegura.

PREGUNTA.- En los foros mediáticos se ha abierto el debate de la dimisión. ¿Lo ve posible?

RESPUESTA.- No, inminente no. Creo que va a depender mucho del pronóstico que su equipo médico le presente a largo plazo. Si él es capaz de ejercer el ministerio petrino a ‘full’, al cien por cien, seguirá adelante. No le importa si está débil, en una silla de ruedas o envejecido. Francisco concibe el papado ‘ad vitam’.

Al margen de las burocracias

P.- ¿Imagina a Francisco angustiado por todo lo que se dice y publica sobre él?

R.- Seguro que lo está viviendo con más serenidad que la preocupación de los católicos o el cierto pánico que a veces se percibe en la Curia. Entre otras cosas, porque las burocracias tienden a planificarlo todo y una situación así descoloca cualquier plan, porque no sabes qué va a pasar dentro de dos semanas, pero tampoco dentro de un año. La Iglesia no puede dejarse llevar por esa tensión exterior.

P.- En alguna de sus muchas conversaciones compartidas, ¿han hablado de la muerte?

R.- No, pero no da la sensación de que sea un hombre atormentado por lo que pueda venir. Si algo he aprendido de él es que no le teme a nada. El temor no es algo que yo asociaría a Francisco, no porque sea un imprudente, sino porque vive con una seguridad y una paz tremenda que nace de su plena confianza en Dios.

Lea más:
Noticias relacionadas