La pastoral aborigen de Argentina vuelve a clamar por los derechos de las comunidades

Los obispos de la Comisión manifestaron su preocupación por la naturalización del lenguaje violento y discriminatorio

La pastoral aborigen de Argentina vuelve a clamar por los derechos de las comunidades

Los obispos miembros de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (CEPA) y los delegados diocesanos, integran el Equipo Nacional (ENDEPA), tuvieron su Encuentro de Coordinación Nacional, con el objetivo de analizar la situación actual y la repercusión en la vida de las comunidades indígenas.



Han publicado un mensaje con el título: “Defensa de la vida y los derechos de los Pueblos Indígenas: un imperativo ético y evangélico”, en el que renovaron su convicción de que la escucha y el diálogo respetuoso son el camino para contribuir a una sociedad justa e inclusiva.

Discurso violento

En el comunicado resaltaron su preocupación por los discursos públicos, tanto de autoridades provinciales como nacionales, que promueven el discurso violento, discriminatorio y estigmatizante con los pueblos indígenas, que se van normalizando. Creen que estas expresiones generan una sociedad cada vez más individualista y excluyente.

Además, explicaron que el lenguaje y los discursos moldean las prácticas sociales. Por eso, que las autoridades difamen, subestimen y utilicen la violencia verbal para referirse a los Pueblos Indígenas, las mujeres, las personas con capacidades diferentes, los migrantes y los disidentes, “afectan negativamente la convivencia democrática y los valores de solidaridad y justicia”.

Agregaron que esto puede derivar en acciones concretas, no solo desde un Estado que se desentiende de las obligaciones, sino también desde un colectivo social que podría naturalizar la violencia y la discriminación.

Respeto e inclusión

Los obispos y referentes de la pastoral aborigen abogaron por un Estado republicano y democrático que exige a todos el respeto a la diversidad y a las diferencias.

Desde la tarea cotidiana y la presencia territorial, reafirmaron la defensa de los Derechos de los Pueblos Indígenas, históricamente vulnerados, que continúan sufriendo injusticias. Ilustraron esta expresión con el texto de Querida Amazonia, 2020: “El reconocimiento de los pueblos indígenas —con sus culturas, lenguas, tradiciones, derechos y espiritualidad— renueva el compromiso de la Iglesia con ellos y con la protección de la Casa Común”.

Los derechos constitucionales y los tratados internacionales están plenamente vigentes y deben ser respetados y puestos en práctica, especialmente por el Estado nacional y los provinciales. Reafirmaron que “la diversidad no debe dividirnos, sino enriquecernos, por ello reafirmamos y sostenemos que los Pueblos Indígenas Preexisten, Existen y tienen Derechos”.

Aseguraron que la Esperanza, arraigada en Cristo, los anima y los impulsa a vivir con alegría y compromiso de la fe: “La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de las comodidades personales, de las pequeñas seguridades que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna” (Fratelli Tutti, 55).

Finalmente, y ante el año Jubilar, convocaron a los todos los sectores sociales, políticos y mediáticos a reflexionar sobre el impacto de las expresiones para comprometerse en la construcción de un país más justo, inclusivo y respetuoso de todas las voces.

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