“La resistencia y la esperanza” de las congoleñas, el mejor ejemplo para el Día Internacional de la Mujer

  • Entreculturas y Alboan lamentan que, en plena crisis por el avance del M23 en Kivu, ellas “son especialmente vulnerables”
  • “Los grupos armados libran la guerra sobre el cuerpo de la mujer” con el fin de “desestabilizar a la comunidad”

Guerra en RD Congo

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, este sábado 8 de marzo, a través de un comunicado, las entidades jesuitas Entreculturas y Alboan ponen el foco en una causa concreta como “la lucha de las mujeres en la República Democrática del Congo”. Y es que, en “una realidad marcada por la violencia extrema y el desplazamiento forzado”, el suyo es un testimonio del que brotan “la resistencia y la esperanza”.



Ya “desde hace décadas”, el país “sufre un conflicto vinculado a intereses geopolíticos y la explotación de sus recursos minerales”. Algo en lo que no es ni mucho menos baladí el hecho de que “en su territorio se encuentra el 80% del coltán mundial, un mineral clave para la fabricación de dispositivos electrónicos”. Y más concretamente “la región de Kivu, rica en estos recursos” y que “es el epicentro de la violencia”.

Violencia desbordada

Hasta el punto de que, en las últimas semanas, la milicia M23, con apoyo de la vecina Ruanda, se haya hecho con el control de Kivu Norte, incluida su capital, Goma, y ahora esté centrando sus esfuerzos en Kivu Sur, haciéndose también con su epicentro, Bukavu. En un contexto marcado por la violencia desbordada (como sufrieron los 70 cristianos evangélicos que fueron masacrados en su templo), “más de 5.000 personas han sido asesinadas, miles han huido de sus hogares y, quienes permanecen, se enfrentan a la falta de agua, alimentos y electricidad”.

Un muerto congoleño en los enfrentamientos yace en las calles de Goma (fuente: Efe)

Un muerto congoleño en los enfrentamientos yace en las calles de Goma (fuente: EFE)

Una terrible situación en la que las mujeres “son especialmente vulnerables”, ya que, como suele ocurrir en estallidos de violencia de este tipo, aquí “la violencia sexual es utilizada como una estrategia de terror. Miles de mujeres y niñas son violadas y torturadas cada año con el objetivo de destruir comunidades y frenar cualquier intento de resistencia”.

Extorsión a la población

Entreculturas y Alboan dan voz a la abogada cogoleña Caddy Adzuba, que deplora cómo “los grupos armados libran la guerra sobre el cuerpo de la mujer, ya que intentan convencer a la población de que se rinda. Al destruir a una mujer se desestabiliza la comunidad”.

Se suma a esta denuncia la periodista local Julienne Baseke: “Las mujeres están en la diana. La violencia sexual es desarrollada como una estrategia militar. Hay que destruir a las mujeres para debilitar al enemigo”.

Por sus hijas

Eso sí, como constata Baseke, las mujeres no se rinden. Al contrario: “Las encontramos con coraje, con ese compromiso de poder transformar. Se dicen a ellas mismas que el dolor indescriptible que han conocido les hace más fuertes y les motiva a seguir comprometiéndose para que nuestras hijas, para que las generaciones futuras, no tengan que pasar por lo mismo”.

Alboan y Entreculturas acompañan “a defensoras de derechos humanos y organizaciones locales que trabajan sin descanso para proteger y empoderar a las víctimas”. Así, su labor se centra en cuatro áreas clave: “Acompañamiento psico-social, en talleres de empoderamiento; acceso a educación y formación para generar ingresos; acompañamiento psico-sanitario; e incidencia política, desde la sensibilización a nivel local e internacional sobre la situación de las mujeres”.

Poniendo de ejemplo la situación en “un país donde más de 400.000 mujeres y niñas han sido víctimas de la violencia armada”, las organizaciones sociales de la Compañía de Jesús apelan a la importancia de su campaña ‘Mujeres en marcha’, que impulsan “desde hace siete años” y con la que trabajan en “la recuperación física y emocional de supervivientes de violencia sexual”.

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