La Iglesia en México, preocupada por la juventud: “No los podemos dejar a expensas del crimen organizado”

  • Obispos, religiosos, religiosas y sacerdotes participaron en un acto de luto y vigilia celebrado en el Zócalo capitalino para solidarizarse con los familiares de personas desaparecidas
  • La cita se produjo solo una semana después de que se conociera lo sucedido en un rancho en Jalisco, donde fue hallado un ‘centro de exterminio’ del crimen

mujer en iglesia

La Iglesia en México expresó su preocupación por la juventud: “no los podemos dejar a expensas del crimen organizado”, por lo que desde el Diálogo Nacional por la Paz “seguiremos trabajando y colaborando para lograr el México que soñamos, y exigimos el compromiso de las autoridades municipales, estatales y federales para localizar y desmantelar los centros de entrenamiento y exterminio” del crimen organizado.



Cabe recordar que la semana anterior se dio a conocer públicamente el hallazgo de un rancho en la localidad de Teuchitlán, Jalisco, usado por el crimen organizado para entrenamiento y cremación de cadáveres; en el lugar se encontraron al menos 200 pares de zapatos, ropa, mochilas y restos óseos.

Fue por ello que colectivos de ‘buscadores’ de personas, convocaron a un acto de luto y vigilia celebrado en el Zócalo capitalino, este 15 de marzo.

A dicho acto se unieron obispos, religiosos, religiosas y sacerdotes para solidarizarse con los familiares de personas desaparecidas en el país.

“La etapa más oscura de nuestro país”

En un comunicado de la Iglesia, a través de su iniciativa Diálogo Nacional por la Paz, respaldada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Religiosos de México y la Compañía de Jesús en México, dio a conocer su opinión respecto a lo ocurrido en Teuchitlán.

'Campo de exterminio' en Teuchitlán

Ropa y zapatos encontrados en ‘campo de exterminio’ del CJNG. Foto: Guerreros buscadores de Jalisco

Para la Iglesia se trata de “la etapa más oscura de nuestro país. Sabíamos de estos campos de adiestramiento clandestino, pero no conocíamos los testimonios tan desgarradores como ahora lo tenemos. Hoy sabemos hasta dónde llega la maldad, el deseo insaciable de poder y las complicidades que desprecian la vida humana”.

Por ello, dijo la Iglesia, “hoy nos movilizamos para dar un mensaje de esperanza a las madres buscadoras y a todos los colectivos que encabezan el esfuerzo por la justicia en México. Es increíble que un grupo de mujeres ayuden a comprender la dinámica delictiva y los daños cometidos a nuestros jóvenes más que las propias instituciones de justicia”.

En memoria de los torturados, asesinados y exterminados

En alusión al acto efectuado en el Zócalo, donde se colocaron 400 zapatos y 400 velas en memoria de al menos 200 personas asesinadas por el crimen en Teuchitlán, la Iglesia aseveró que no pueden callar “ante tanta crueldad, cada zapato es una historia de dolor y una vida frustrada por la maldad, cada hueso es un llamado a transformar este país de cementerios clandestinos, y cada vela que vamos a encender es un compromiso por la paz y la justicia, por la seguridad y la comunidad”.

“Por eso, en memoria de los jóvenes y las jóvenes que fueron torturadas, asesinadas por fallar o comidas por los cerdos, en memoria de los que fueron exterminados en Teuchitlán y en tantos centros de adiestramiento que existen en el país, en memoria de los jóvenes que quisieron despedirse y no pudieron, en memoria de todos ellos y ellas confirmamos nuestra lucha por abrir los espacios de diálogo que permitan construir los acuerdos para avanzar en la paz”, añadió la Iglesia en su comunicado.

Y expuso que recuperar la paz del país requiere de solidaridad con las víctimas de la violencia, reconstruir la institucionalidad local, y reconstruir a la comunidad.

“¡No más violencia!”

La Iglesia señaló que cada desaparecido, cada asesinato y cada feminicidio es un llamado a defender la vida; “un llamado a unirnos para reconstruir este país. La experiencia muestra que los municipios donde se ha reducido el índice delictivo se deben a la participación ciudadana. Las soluciones que hoy necesitamos surgirán desde abajo y articulando todos los actores de buena voluntad que hoy dicen ¡no más violencia!”.

Concluye el comunicado con la afirmación de que “somos muchos los que deseamos la paz, somos muchos los que estamos dispuestos a reconstruir la comunidad, somos muchos los que deseamos colaborar para sacar adelante a nuestro querido México. Somos muchos los que conocimos la paz y deseamos recuperarla”.

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