En el texto previsto para la audiencia general que debía celebrarse hoy, el Pontífice llama a los católicos a abrirse al Espíritu Santo para generar “una vida nueva”
El obispo de Roma recuperó, a pesar de su hospitalización, las tradicionales catequesis de cada miércoles, con un texto preparado para la Audiencia General que continúa con el ciclo jubilar centrado en la vida de Jesús. En este caso, narra la reunión con Nicodemo. En base a este encuentro, narrado en el capítulo 3 del Evangelio de Juan, el pontífice explicó que “es un hombre que, con su historia demuestra que es posible salir de la oscuridad y encontrar el coraje para seguir a Cristo“.
En este sentido, concretó que la visita nocturna de este fariseo a Jesús tiene valor simbólico, pues la oscuridad está relacionada con la situación de su corazón. El Papa concreta que el diálogo tiene muchos malentendidos porque este personaje es incapaz de comprender de inmediato a Jesús, pero el mensaje altera su lógica.
“Nicodemo siente que algo ya no funciona en su vida. Siente la necesidad de cambiar, pero no lo hace. No sabe por dónde empezar. En algún momento de la vida a todos nos pasa esto. Si no aceptamos cambiar, si nos encerramos en nuestra rigidez, en nuestros hábitos o en nuestras maneras de pensar, corremos el riesgo de morir. Allá la vida está en la capacidad de cambiar para encontrar una nueva forma de amar. Jesús habla con Nicodemo de un nuevo nacimiento, que no sólo es posible, sino incluso necesario en algunos momentos de nuestro camino”, continuó el pontífice.
“Hay encuentros que iluminan la vida y traen esperanza. Puede ocurrir, por ejemplo, que alguien nos ayude a ver desde una perspectiva diferente una dificultad o problema que estamos experimentando; o puede suceder que alguien nos regale simplemente una palabra que nos hace no sentirnos solos en el dolor que estamos pasando. Puede haber a veces también encuentros silenciosos, donde no se dice nada, y sin embargo esos momentos nos ayudan a reanudar el viaje”, concretó Jorge Mario Bergoglio.
Francisco desgranó que Nicodemo halla poco a poco un significado que le hace renacer. “Si dejamos que el Espíritu Santo genere en nosotros una vida nueva, naceremos de nuevo. Encontraremos de nuevo aquella vida que tal vez se estaba apagando en nosotros. Elegí comenzar con Nicodemo también porque es un hombre que, con su propia vida, demuestra que este cambio es posible. Nicodemo lo logrará: al final estará entre los que van a Pilato pedirá el cuerpo de Jesús Nicodemo finalmente ha salido a la luz, ha renacido, y ya no necesita pasar la noche”, sentenció.
El significado que le dio el Papa estriba en que el cambio a veces nos asusta. “Por un lado nos atrae, a veces los deseamos, pero, por otro, preferiríamos permanecer en nuestras comodidades. Por eso el Espíritu nos anima a enfrentar estos miedos. Para ser liberados, los israelitas tenían que mirar la serpiente de bronce que Moisés había colocado sobre un asta, es decir, tenían que levantarla -la mirada-. Mirar y pararse frente al objeto que representaba sus miedos. Sólo mirando esa cara, podemos empezar a liberarnos“, concluyó.
