Solo hay un camino para salvar Siria: “Basta de sangre”

  • Jean-Abdo Arbach, arzobispo greco-católico de Homs, reclama “un acuerdo de paz en todo Oriente Medio”
  • Defiende que la Constitución interina recién aprobada ha contado con la opinión de todas las Iglesias locales

Jean-Abdo Arbach, arzobispo de Homs en Siria

Desde la caída en diciembre de Bashar al-Assad y la formación de un Gobierno interino liderado por Ahmed al-Sharaa, líder de la organización islaimista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Siria parecía haber entrado en un tiempo de relativa estabilidad y paz. Aunque todo pareció desvanecerse entre el 6 y el 9 de marzo, cuando un grupo de militares próximos al presidente depuesto iniciaron una serie de emboscadas contra las fuerzas del nuevo régimen en las provincias costeras de Latakia y Tartús. El Gobierno respondió con fuerza en una ofensiva contra los principales bastiones de la comunidad alauita, minoría islámica de raíz chií a la que pertenece Al-Assad. La crisis degeneró en graves matanzas por parte de grupos descontrolados y hubo un millar de asesinados.



Con todo, al final se reencauzó la situación, Al-Sharaa llegó a distintos pactos para integrar en el ejército nacional a grupos minoritarios (como los kurdos) y, sobre todo, se anunció la entrada en vigor de una Constitución de transición. Redactada por un grupo de expertos de diferente signo (incluida la mediadora Hind Kawabat, que, además de ser la única mujer en el órgano, es católica), estará vigente durante cinco años y, como avance fundamental, establece la separación de poderes y la “no discriminación por motivos de raza, religión, sexo o linaje”.

Vigilia de oración

En este complejo contexto, Jean-Abdo Arbach, arzobispo greco-católico de Homs, una de las voces eclesiales más autorizadas en Siria, pasó el 15 de marzo por Madrid para participar en una vigilia de oración por los cristianos que viven en contextos de violencia en la catedral de La Almudena. Se trató de ‘La noche de los testigos’, organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) y en la que le acompañó el cardenal José Cobo.

Justo antes de participar en la misma, Arbach recalcó a Vida Nueva que, “para que Siria salga de la discriminación, es necesario un acuerdo entre todos los países de Oriente Medio, incluido el nuestro, para que acepten vivir en paz y tranquilidad. Basta de sangre, basta de víctimas. Todos queremos paz”.

 “Hablamos con claridad”

Respecto a la posición de Al-Sharaa con los cristianos, a los que ha prometido respetar, el arzobispo destaca que, “en este tiempo, todas las Iglesias de Siria contamos con una comisión que nos une para dialogar con el Gobierno de cara a la nueva Constitución, con el fin de que esta nos una a todos los ciudadanos, ya seamos musulmanes o cristianos. Para esto trabajamos y por ello mantenemos, con esperanza, paciencia y sabiduría, este diálogo en el que todos hablamos con claridad”.

Jean-Abdo Arbach, arzobispo de Homs en Siria

Jean-Abdo Arbach, arzobispo de Homs en Siria

En este sentido, el contexto violento, tras 14 años de guerra civil, sigue siendo el gran reto para todos: “Hay inseguridad en las calles y las ciudades, falta el trabajo y no se percibe ninguna mejora para que la gente tenga una visión de futuro. Hay mucho miedo y esto nos afecta mucho. Las personas caminan tristes, muchas van hablando solas, no quieren hacer nada y se preguntan: ‘¿Cuál es nuestro futuro?’. Se responden: ‘Nos queremos marchar’”.

Pese a todo, la Iglesia local anima a “aguantar”, “apoyando a nuestros fieles para que se queden en su tierra, en su país, y así preservar nuestras raíces. Siria es la cuna del cristianismo y necesitamos mantenernos firmes”. De ahí su insistencia en “mantener la esperanza” y conseguir dejar atrás la espiral de la venganza, ya que, aunque “Siria ya ha atravesado muchas guerras desde hace siglos, ahora, tras una civil de 14 años, no necesitamos un conflicto más. Debemos sentarnos juntos y dialogar por un futuro mejor para nuestros hijos”.

Fotos: Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

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