El cardenal argentino, Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, señaló que el papa Francisco, una vez que haya salido del hospital, “iniciará una nueva etapa” en la que “habrá sorpresas”. Una de ellas puede ser que el pontífice tenta que pasar una larga convalecencia que le obligará a “una rehabilitación” en la que “casi tendrá que volver a aprender a hablar”.
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Rehabilitación en el horizonte
“El Papa es un hombre de sorpresas y seguramente habrá aprendido muchas cosas en este mes y le saldrán afuera del sombrero aun sabiendo que esto significa un esfuerzo muy pesado para él, un momento difícil, sé que será fecundo para la Iglesia y el mundo”, señaló el purpurado al atender a los periodistas, en declaraciones recogidas por Efe. Además, preguntado sobre una posible renuncia papal en el horizonte, señaló: “No creo verdaderamente, eso no”.
Para Fernández el Papa “se encuentra verdaderamente muy bien físicamente”, a pesar de lo vivido este mes. “Ahora hace falta una rehabilitación porque mucho tiempo con oxigenación de altos flujos te seca la tos y casi tenés que volver a aprender a hablar”, explicó destacando que “el cuadro general de su organismo es como antes”.
De cara a la Semana Santa, apuntó que “los médicos quieren estar al cien por cien seguros y prefieren esperar un poco” porque “él tiene su modo de vivir, él quiere darlo todo y el poco tiempo que queda lo quiere usar ‘no para curarse a sí mismo’”. Y es que, confirmó, que el Papa “no quería ir al hospital, lo convencieron algunos amigos muy cercanos”. “Tiene una fuerza inmensa, una capacidad de sacrificio, de darle un sentido a estos momentos oscuros…”, añadió.