El papa Francisco reaparece tras haber ingresado en el hospital el pasado 14 de febrero. Los ha hecho en al mediodía de este soleado aunque fresco domingo, el mismo día en que va a ser dado de alta en el Policlínico Gemelli de Roma pocos minutos después del ángelus. El pontífice se ha asomado a uno de los balcones durante un minuto y 40 segundos ante un buen número de fieles y curiosos –además de una destacada presencia de cámaras y periodistas–. También algunos residentes y miembros del personal del centro médico universitario han salido a sus ventanas y balcones.
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“Gracias a todos”, ha alcanzado a decir con la asistencia de su jefe médico, Luigi Carbone, y bromeó dirigiendo un saludo especial a “esta señora con las flores amarillas, es muy valiente”, una mujer que se encontraba en la parte de la entrada del hospital con un colorido ramo de flores. Francisco ha estado de buen ánimo y levantando el pulgar varias veces en señal del ánimo que tienes. Antes de volver a entrar ha dado la bendición, dejando ver las vendas en los brazos, previsiblemente como consecuencia de los tratamientos recibidos.
La paciencia de Dios
Más allá de la bendición, el Vaticano ha distribuido la reflexión en torno al evangelio del día, la parábola de la higuera estéril que “nos habla de la paciencia de Dios, que nos impulsa a hacer de nuestra vida un tiempo de conversión”. En la historia, señala el Papa, el “agricultor paciente es el Señor, que trabaja con esmero la tierra de nuestra vida y espera confiado nuestro regreso a Él”.
Por su parte, Francisco, confiesa, “en este largo tiempo de hospitalización, he experimentado la paciencia del Señor, que también veo reflejada en los incansables cuidados de los médicos y del personal sanitario, así como en las atenciones y esperanzas de los familiares de los enfermos”. “Esta paciencia confiada, anclada en el amor indefectible de Dios, es realmente necesaria en nuestra vida, sobre todo para afrontar las situaciones más difíciles y dolorosas”, destaca el Papa.
La paz que no llega
Al comentar la actualidad internaciones, se ha lamentado de “la reanudación de los intensos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, con tantos muertos y heridos. Pido el cese inmediato de las armas; y la valentía de reanudar el diálogo, para que todos los rehenes sean liberados y se alcance un alto el fuego definitivo”. “En la Franja, la situación humanitaria vuelve a ser muy grave y requiere el compromiso urgente de las partes beligerantes y de la comunidad internacional”, denunció el pontífice.
Por otro lado, alabó “que Armenia y Azerbaiyán hayan llegado a un acuerdo sobre el texto definitivo del Acuerdo de Paz. Espero que se firme lo antes posible y pueda contribuir así a establecer una paz duradera en el Cáucaso meridional”, deseó. Agradeciendo las oraciones por él, Francisco pidió rezar juntos “por el fin de las guerras y por la paz, especialmente en la atormentada Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, la República Democrática del Congo”.
