Los obispos colombianos se la juegan por el futuro de la pastoral educativa en los colegios privados

Han celebrado un encuentro nacional de pastoral educativa con 37 delegados del país en aras de fortalecer la acción de la Iglesia en las escuelas

Los obispos colombianos se la juegan por el futuro de la pastoral educativa en los colegios privados

No es un secreto el fuerte secularismo que se ha instalado en la educación pública de Colombia. Por lo que la Comisión episcopal de educación y cultura en su encuentro nacional, celebrado a mitad de marzo, abordó el tema con sus 37 delegados.



Educación religiosa y el Pacto educativo global fueron las dos grandes líneas de trabajo. Sus organizadores aseguraron que el objetivo fue proyectar acciones que fortalezcan la pastoral educativa en instituciones públicas.

Tatiana González, delegada en Bogotá, afirmó que este encuentro ha permitido reconocer la “gran diversidad del trabajo pastoral que venimos haciendo como Iglesia en las diferentes realidades que acompañamos”.

La especialista aseguró que dentro de las escuelas privadas y orientación católica “ya hay terreno ganado”, pero el desafío es “saber cómo hacer presencia en los colegios públicos con todo el tema de la libertad de culto, que no es fácil ingresar y mucho menos acompañar”.

Capacidad de dialogar

Los delegados de la pastoral educativa en Colombia coinciden que el foco para superar este escollo está en las estrategias, que permitan a los docentes acompañar a los estudiantes en sus proyectos de vida frente a la desmotivación y falta de esperanza crecientes.

Fue un encuentro “con un enfoque sinodal”, donde participaron sacerdotes, religiosas, laicos y laicas, liderados por Luis Albeiro Maldonado, obispo de Mocoa-Sibundoy y presidente de la Comisión de educación y cultura del Episcopado.

Asimismo han reflexionado sobre el Pacto educativo global. José Daniel Quijano, sacerdote y delegado de Caldas, señaló que este pone al “ser humano en el centro”, por lo que es un momento clave para que la Iglesia sepa situarse en la historia.

“Estamos en actitud de aprendizaje, dialogando con la realidades oficiales, el territorio, la realidad, la familia, el Estado, con la comunidad educativa. Y desde ese diálogo continuo poder crear estrategias de participación, de comunión”, apuntó.

Hacia un proyecto nacional

Elaborar un proyecto nacional de pastoral educativa desde el nivel teológico-pastoral, en el cual se puedan establecer “prioridades y marcos conceptuales comunes”. Ha planteado Edilberto Estupiñán, director de la Comisión de educación y cultura del Episcopado.

Para el sacerdote resulta clave acordar un esquema paulatino de trabajo en cada parroquia y en todo el país, de tal forma “sepamos en cual proyecto o agenda de trabajo debemos centrarnos para un trabajo conjunto”.

“Cuáles deben ser las prioridades, porque cada jurisdicción tiene a su manera su modelo o su formato de plan de acción, de pastoral educativa, pero es importante que tengamos un trabajo conjunto y ese es un reto interno nuestro”, explicó.

El cura ha indicado que se debe llegar al corazón de la Iglesia: sus parroquias, porque “son quienes tienen la primera presencia en los colegios, son voceros, diríamos así: son testigos de Cristo y de su Iglesia en el establecimiento educativo”.

Noticias relacionadas