Bernardito Auza dejará nuestro país el próximo 21 de mayo. Así lo ha desvelado esta mañana en la apertura de la Asamblea anual de Escuelas Católicas, la plataforma que aglutina a los 1.952 colegios de la Iglesia, donde se educan 1,2 millones de alumnos. En estas dos jornadas de trabajo, se abordarán cuestiones estatutarias y asuntos clave para el futuro de los colegios cristianos.
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Será ese día cuando el que era el nuncio hasta el sábado pasado ponga rumbo a su nuevo destino en Bruselas como embajador vaticano ante la Unión Europea. Hasta entonces, Auza continuará al frente de sus funciones como hasta ahora y solo cuando deje la nunciatura se pondrá al frente el diplomático polaco Roman Walczak hasta que desde Roma nombren a un nuevo sucesor.
Abrir corazones
Auza fue uno de los ponentes en la inauguración de la asamblea que se celebra en Madrid entre hoy y mañana y en la que se renovará la presidencia del Escuelas Católicas. Bajo el lema ‘Peregrinos de esperanza con nombre propio’, también intervinieron en el acto de apertura el obispo de Lugo Alfonso Carrasco, presidente de la Comisión de Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal Española; Hervé Lecomte, secretario general de la OIEC; Luis Ángel de las Heras, presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada.
A ellos se sumaron como anfitriones: Ana María Sánchez, la presidenta de Escuelas Católicas, que cierra círculo; así como Pedro Huera, que continúa como secretario general.
“El maestro es más que un transmisor de conocimiento; es un peregrino de esperanza con nombre propio”, expuso el nuncio en su turno de intervención, mientras que el obispo de Lugo hizo hincapié en que “la Iglesia es educación”. Por su parte, el obispo de León compartió que quienes “la educación debe ser un camino de esperanza”.
Por su parte, Pedro Huerta se detuvo a analizar las cuestiones todavía “pendientes” en relación a la viabilidad de los centros como la justa financiación del módulo de conciertos, la participación real de la comunidad educativa en la planificación, medidas pro natalidad…
Además, también defendió “la libertad real de enseñanza, el diálogo real antes de legislar y el pluralismo real” que ofrecen los colegios católicos, como respuesta a la prohibición del uso de soportes digitales que ha anunciado la Comunidad de Madrid y que podrían secundar otras regiones.
“Asistimos atónitos a la aprobación de normas autonómicas que aparecen sin un diálogo sereno con la comunidad educativa, con la prohibición como argumento y sin respetar la autonomía de los centros”, denunció el religioso trinitario. En este sentido, ahondó en cómo resulta “inexplicable que quienes dicen defender la libertad y la pluralidad solo sepan legislar en materia educativa dejándose llevar por modas pendulantes”. “Educar no se consigue con prohibiciones, sino desde el equilibrio de libertades”, sentenció después.
En su turno de palabra, Ana María Sánchez, reivindicó el Pacto Educativo Global y la sinodalidad como ejes por los que han de transitar los colegios cristianos, desde una llamada a no vivir acomodados, sino ser “caminantes”.