El nuevo obispo de Córdoba, Jesús Fernández González, aboga por seguir contribuyendo a la construcción de una Iglesia sinodal con la corresponsabilidad y comprensión de pastores, consagrados y laicos.
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González se presentó a los fieles de la Diócesis cordobesa mediante un vídeo en el canal oficial de YouTube del Obispado andaluz. El hasta ahora obispo de Astorga agradeció a Dios, al Papa, y a su predecesor, Demetrio Fernández por su “generoso y fructífero trabajo pastoral, así como el espíritu de acogida y afecto fraterno que siempre me ha mostrado”, y saludó a la comunidad diocesana.
En paralelo, valoró la carga histórica de la Iglesia cordobesa cuya andadura comenzó a finales del siglo III d.C. con el obispo Osio, del que se celebra este año su onomástica.
Piedad popular
En paralelo, Jesús Fernández manifestó su afecto fraterno hacia los pobres, los enfermos, los migrantes y los vulnerables, “los preferidos del Señor”. Reconoció el reconocimiento de la tarea samaritana y de ayuda de los católicos cordobeses. También recordó a los presbíteros, al Cabildo de la mezquita-catedral, a los consejos sacerdotales, seminaristas, comunidades religiosas, y los fieles laicos. “Reconozco la gran labor que las hermandades y cofradías realizan en el campo de la piedad popular y su papel social“, continuó. También se alegró por la cantidad de movimientos, asociaciones y realidades eclesiales. “A través de ellos, un gran número de fieles recibe formación, cultiva la espiritualidad y se compromete con la Iglesia”, incidió.
Para finalizar, se encomendó a Dios, la Virgen de la Fuensanta, San Acisclo -patrono de la Diócesis-, San Juan de Ávila y de San Rafael, custodio de la ciudad de Córdoba.