La Asamblea Plenaria de Primavera de la COMECE ha concluido hoy en Nemi (Italia), tras tres días de intensos debates centrados en la unidad y el papel de la Unión Europea como actor global de paz. Los obispos delegados de la UE expresaron su preocupación ante los desafíos que enfrenta el continente, destacando particularmente la situación en Ucrania y la necesidad de una defensa europea común.
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Al comenzar el acto, Monseñor Mariano Crociata, obispo de Latina y presidente de la Comisión de los Episcopados de la UE, resaltó la gravedad del momento: “Necesitamos más Europa y más coraje para valorizar el potencial, los recursos y los valores que posee la Unión Europea. Este es el momento de la unidad”.
Durante la Asamblea, los obispos emitieron la declaración “Mirando a Europa con esperanza” tras una serie de diálogos con representantes del Vaticano, la UE y el mundo académico. En ella, instan a la UE a actuar como una “fuerza unida, confiada e integradora para su vecindario y el mundo”. Advirtieron sobre el aumento de tensiones globales y el debilitamiento de los principios democráticos, señalando que esto está dando lugar a una competencia despiadada y enfrentamientos violentos.
En materia de defensa, los obispos también reconocieron la necesidad de una UE fuerte que proteja a sus ciudadanos y valores, pero subrayaron que cualquier inversión en defensa no debe ir en detrimento del desarrollo humano integral y el cuidado de la Creación.
Llamamiento a la paz y la defensa común
El Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, se dirigió a la Asamblea destacando las crisis de Europa y advirtiendo contra el nacionalismo. Llamó al diálogo y a superar las barreras ideológicas en favor de la paz y la solidaridad. El ex primer ministro italiano Mario Monti también participó en el debate, ofreciendo perspectivas sobre la competitividad económica y las relaciones transatlánticas. Destacó el papel de la COMECE en promover una Europa basada en valores compartidos.
Debate sobre las armas y el gasto público
Uno de los puntos más controvertidos abordados durante el encuentro fue el aumento del gasto en armamento. Monseñor Crociata advirtió contra una carrera armamentística indiscriminada. “El uso de armas debe ser un instrumento de disuasión, no un fin en sí mismo. Aumentar la producción de armas puede llevar al riesgo de su uso inevitable. Necesitamos una política moralmente guiada”. Asimismo, reconoció la preocupación de los ciudadanos por el desequilibrio en el gasto público. “Hemos insistido en la necesidad de un equilibrio que no sacrifique el bienestar social en favor de las armas. Hay un despilfarro de recursos debido a la falta de integración de los sistemas europeos. Racionalizar estos sistemas podría generar enormes ahorros que permitan financiar tanto la defensa como el bienestar social”.
La asamblea envió un mensaje al papa Francisco expresando cercanía en su momento de enfermedad y orando por su completa recuperación. También destacaron la importancia de la participación activa de los ciudadanos en la construcción de Europa. Además, se anunció la bienvenida a la Iglesia Latina de Ucrania y a la Iglesia Greco-Católica de Ucrania como miembros observadores de la COMECE, reforzando el compromiso de unidad y solidaridad en tiempos de tensión.
El Jubileo y los momentos de oración han sido parte esencial del encuentro, incluyendo una peregrinación a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. La próxima Asamblea Plenaria se celebrará en Bruselas del 1 al 3 de octubre de 2025. “No debemos delegar toda la responsabilidad en los líderes. El valor de la Unión Europea también depende del compromiso de cada uno de nosotros”, concluyó Monseñor Crociata.