Ojos profundos, cejas onduladas, pómulos prominentes, labios gruesos, nariz señorial… Así era santa Teresa de Jesús

  • Se ha dado a conocer un busto a partir del estudio de la escultora forense australiana Jeniffer Mann y el antropólogo italiano Luigi Capasso
  • Del 11 al 25 de mayo, en Alba de Tormes, donde está enterrada, se podrán ver expuestos sus restos 111 años después desde la última vez

Santa Teresa de Jesús. Busto y foto de Jennifer Mann

El 28 de marzo de 1515 nació Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, quien, tras fundar la Orden de los Carmelitas Descalzos, ser una escritura mayúscula, fascinar a sus contemporáneos como una mística y ser canonizada por la Iglesia, que también la cuenta entre sus doctores, pasó a la Historia bajo el nombre de santa Teresa de Jesús. O Teresa de Ávila.



Con todo, pese a los millones de páginas escritas en torno a una figura única, precursora de casi todo, han tenido que pasar más de cinco siglos para que conozcamos exactamente cómo era su rostro. Hasta este viernes 28 de marzo, en su 510º cumpleaños, cuando se han dado a conocer las conclusiones de un estudio del Victorian Institute of Forensic Medicine, de la Universidad de Monash, en Australia, a partir de un estudio meticuloso de sus restos mortales.

Retransmitido en directo

Retransmitido el acto en directo por las redes sociales de la universidad, todo el mundo ha centrado su mirada en Alba de Tormes, municipio de Salamanca en el que descansan los restos de la santa, que murió allí el 15 de octubre de 1582, cuando tenía 67 años.

Desde allí, Jeniffer Mann, profesora en el centro australiano que ha liderado el proyecto en total coordinación con la Orden del Carmelo Descalzo, ha difundido un busto elaborado por la propia docente, que también es escultora forense, en el que se puede ver al detalle cómo era santa Teresa de Jesús con 50 años (17 antes de su muerte) a partir de la reconstrucción que ella ha elaborado al milímetro con sus restos. Algo que ha sido posible gracias a la información recabada en datos antropométricos e imágenes radiográficas, combinando luego ella distintas metodologías forenses.

Descripciones, cuadros y datos antropológicos

Además de la información presente en descripciones de ella de la época y en cuadros en los que se la representa, también ha tenido un papel clave en el proyecto el antropólogo italiano Luigi Capasso, profesor de Antropología Médica en la Universidad Gabriele D´Annunzio, que recogió muchos datos que luego le valieron a Mann para realizar la composición fisiológica y el busto.

Fruto del trabajo de ambos, nos hemos encontrado con una mujer con los rasgos muy marcados y a la vez armónicos: unos grandes y profundos ojos, unas cejas onduladas, unos pómulos prominentes, unos labios gruesos y una nariz acorde con la fuerza y el carácter que se desprende de una figura cargada de distinción, porte y belleza.

Pelos castaño, ojos negros y baja estatura

Más allá del busto, se han dado a conocer otros detalles de su físico, como que tenía el pelo castaño (aún sigue unido al cráneo) y los ojos negros. Su estatura era menuda (medía 1,57) y, como curiosidad, se sabe que padecía artrosis en las dos rodillas, siendo especialmente dolorosa la izquierda. También tenía fascitis plantar y carecía ya de la mayoría de los dientes. Y es que hay que tener en cuenta que, para su época, con 67 años, estábamos ya ante una persona anciana.

También hay que recalcar que el estudio ha sido posible al poderse estudiar al detalle todos los restos de la mística, que se encuentran dispersos en varios lugares: la parte principal está en Alba de Tormes, estando el grueso del cuerpo en una urna de plata y, repartidos en dos relicarios, el brazo izquierdo y el corazón; mientras que el Convento de la Merced, en la localidad malagueña de Ronda, cuenta con la mano izquierda (la que dicen que Francisco Franco custodió hasta su muerte); y el pie derecho está en la iglesia de Santa Maria della Scala, en Roma.

Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús

Musculatura facial “relajada”

Presente en el acto, el prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes, Miguel Ángel González, ha detallado que “todas las reliquias de santa Teresa de Jesús se encuentran momificadas y en un extraordinario estado de conservación”, lo que ha facilitado los trabajos. El religioso también ha destacado que su musculatura facial “relajada” demostraría que “afrontó en paz” el momento de su muerte.

Más allá de este importante estudio, el cuerpo de la santa abulense se expondrá de manera pública para su veneración del 11 al 25 de mayo en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen, en Alba de Tormes. Será la cuarta vez en la que esto sucede, dándose los otros tres precedentes en 1582, tras su fallecimiento, en 1760 y en 1914. Por lo tanto, hacía 111 años que no se podían observar sus restos.

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