Ángel Cordovilla, decano de Teología de Comillas: “Quizá tenga que ser más autodidacta en este ‘nuevo’ ministerio”

Ángel Cordovilla, decano de las facultades de Teología y Derecho Canónico de Comillas

El 25 de marzo, en el Campus de Cantoblanco de la Universidad Pontificia Comillas, el sacerdote Ángel Cordovilla Pérez (Salamanca, 1968) tomaba posesión como nuevo decano de sus facultades de Teología y Derecho Canónico en sustitución del jesuita Francisco Ramírez. Doctor en Teología dogmática por la Universidad Gregoriana de Roma y profesor de esta asignatura, Cordovilla asume la tarea con el ánimo de que la teología tenga una mayor relevancia en otros ámbitos científicos y académicos.



PREGUNTA.- ¿Cómo afronta este nuevo encargo del decanato?

RESPUESTA.- Con mucho agradecimiento por la confianza que mis colegas de claustro, la Universidad y la Compañía de Jesús han depositado en mí para ejercer esta responsabilidad. También con gran ilusión para llevar adelante la tarea encomendada.

P.- ¿Echa de menos algo en el actual ejercicio de la teología?

R.- Con un buen nivel en la enseñanza y la divulgación de la teología, echo de menos, sin embargo, una mayor dedicación a la investigación para poder tener la capacidad de generar un pensamiento teológico propio y así entrar en diálogo con la teología de otras latitudes y con otras ciencias.

El buen teólogo

P.- ¿Qué debería tener hoy en día un buen teólogo?

R.- Una viva y real inserción eclesial; una aguda conciencia histórica; un conocimiento amplio de la tradición y una capacidad creadora a través del lenguaje y de la palabra.

P.- El diálogo de la teología con la sociedad de su tiempo y con las otras ciencias ha sido siempre una de sus preocupaciones como teólogo. ¿Está en el buen camino la teología que se hace en España?

R.- Este es un déficit que tenemos. Por una falta de capacidad de la propia teología y por su irrelevancia en otros ámbitos científicos y académicos. Aquellos que pretenden dialogar con ella desde otras disciplinas habitualmente tienen en su razón e imaginario una comprensión elemental de la fe, no la real teología que se hace en el siglo XXI. El esfuerzo de los teólogos que realizan este tipo de diálogo por conocer la lógica y el contenido actualizado de las otras ciencias no se corresponde con el conocimiento que estos tienen de la teología. (…)

Maestros y referentes

P.- ¿Algún referente que le guíe en esta próxima andadura?

R.- La verdad es que nunca pensé que mi tarea como teólogo fuera a desarrollarse de esta forma. Tengo referentes para la estricta misión teológica, como Olegario González de Cardedal, Luis Ladaria, Marcelino Legido, a quienes considero mis maestros; en este “nuevo” ministerio quizá tenga que ser más autodidacta. Sin querer hacer de menos a nadie, me gustaría tener la visión estratégica de José Ramón Busto y Julio Martínez, y la dedicación responsable, fiel y servicial de Gabino Uríbarri.

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