“Soy consciente de los tiempos duros y complejos por los que atraviesa nuestro colegio, y de la consternación que tenemos todos por las graves acusaciones que han salido a la luz. Nos han conmocionado y tambaleado”. Así lo ha reconocido la nueva directora del colegio Highlands El Encinar, Marilú Álvarez, tras tomar posesión de su cargo tras la dimisión del anterior director por el escándalo por abusos sexuales que ha tenido lugar en las últimas semanas.
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Por ello, continúa la directora, “quiero salir a vuestro encuentro, abrir espacios de escucha y diálogo para que podáis expresar lo que lleváis en el corazón, vuestras preocupaciones e inquietudes”. “Quiero pedir perdón por nuestros errores, por los de esta familia de la que formo parte, y que ahora me confía la dirección de este colegio”, subraya.
“En su nombre pido perdón por no haber actuado ante las inquietudes de quienes pedíais la salida de nuestro ex capellán por su pasado vinculado a Marcial Maciel, por salir tarde y mal al encuentro y sufrimiento de las personas que habéis denunciado hechos muy graves, por no haber hecho cumplir con determinación el código de conducta, por no haber asumido todavía todas las lecciones de nuestra historia y que esto haya generado más sufrimiento”, lamenta Álvarez.
“Podéis contar conmigo”
“Pido perdón a todas las personas a las que hemos herido, sobre todo a las familias más afectadas y a quienes no hemos sabido escuchar, o acompañar. Os expreso mi deseo sincero de estar a vuestro lado, con todo el apoyo y el respaldo que podamos brindaros”, asevera.
Asimismo, insiste en que “desde el compromiso con la verdad, la justicia y la sanación de nuestra institución, aunque haya quedado herida y desacreditada por los terribles hechos denunciados, os pido a todos que por favor sigamos colaborando con las autoridades para el esclarecimiento de estos hechos, y de cualquier otro del que podáis tener noticia”. “Que todo salga a la luz, porque solo en la luz va a poder sanar”, para lo cual “podéis contar conmigo”.
Del mismo modo, Álvarez garantiza su “firme compromiso con la generación de una cultura del cuidado, y con la implementación de todas las medidas que se deriven de la auditoría externa para fortalecer nuestra política de ambientes seguros y su cumplimiento”. “Haremos de nuestro colegio un espacio seguro donde nuestros alumnos crezcan felices y cuidados, en el que podáis experimentar los valores y las razones que os llevaron a elegir nuestro colegio para la educación de vuestros hijos”, promete.
Herido y sanado
Dirigiéndose especialmente a los profesores y formadores del centro, recuerda que “fue grande el aplauso que las familias os dieron en la reunión del pasado 10 de marzo”. “Soy testigo del empeño, la entrega y la pasión con la que abrazáis cada desafío y la generosidad con que dais por nuestros alumnos más de lo que se esperaría de vosotros”, reconoce. “Juntos, continuaremos esta noble labor, en la que cada esfuerzo, cada gesto de cuidado y cada hora extra dedicada contribuye significativamente al bienestar y a la formación integral de nuestros alumnos. En este momento de reconstrucción, cuento con vuestro apoyo y con vuestra experiencia”.
“Confío en este proyecto y en esta comunidad por los valores que nos unen, porque creo en el poder transformador de caminar unidos, porque sé lo que un colegio del Regnum Christi puede hacer en el corazón de un alumno pues soy testigo de lo que hizo en el mío“, subraya.
“El día que acepté la dirección del colegio me vino a la mente la imagen del método japonés de reparación que restaura con oro la vasija rota, y sin esconder sus fracturas, obtiene una pieza aún más bella que la original”, dice en el comunicado. Así, “podremos ser una comunidad con la fuerza, la esperanza, la humildad y energía de lo profundamente herido y poderosamente sanado”.