El perdón, la reconciliación y la paz en Colombia son tareas impostergables (y en peligro), por eso, los obispos han creado un servicio especial para “articular, ampliar y fortalecer” el trabajo de la Iglesia en esta materia.
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Se trata del Servicio episcopal para el perdón, la reconciliación y la paz (SERP), que es una evolución de la Comisión de Conciliación Nacional, creada y convocada por Pedro Rubiano Sáenz en 1995 para mediar en el conflicto armado y convertir a la Iglesia en un mediador confiable.
Fieles al Evangelio de Jesucristo y apoyados en la doctrina social de la Iglesia, los prelados establecerán líneas de acción a partir de procesos de escucha, promoción y educación en la cultura del perdón.
También quieren tener mayor contundencia organizacional y un enfoque especial de la realidad desde las propias regiones, lo que incluirá fomentar el respeto de los derechos humanos, el Derecho Internacional Humanitario, la justicia y la convivencia pacífica.
Generar condiciones
Gabriel Ángel Villa, arzobispo de Tunja y vicepresidente del Episcopado, explicó que “la realidad compleja, cambiante y dramática de la violencia en el país, nos exige focalizar nuestros esfuerzos, como ciudadanos y pastores del Pueblo de Dios”.
Por lo que resulta crucial generar condiciones que “favorezcan la construcción de una paz estable y duradera en nuestros territorios y comunidades”.
Indicó que la paz solo será viable si nace del “perdón, la reconciliación, la promoción del desarrollo humano integral, el respeto del derecho internacional humanitario y la justicia”.
Villa señaló que “somos ministros de la reconciliación. La Iglesia recibe este legado y lo adapta a las circunstancias”.
“El Papa Francisco nos recordó que somos ciudadanos y pastores. Todo lo que afecte la dignidad humana y la vida nos interesa”, acotó.
Niveles de trabajo
El Servicio episcopal para el perdón, la reconciliación y la paz también bebe de la experiencia del Consejo Episcopal de Paz (CEP), que durante la 18.ª asamblea plenaria fue convertida en la Comisión Episcopal de Paz.
Estará estructurado en tres niveles o grupos de trabajo; el primero, es la Comisión Episcopal de Paz, que definirá líneas y prioridades pastorales.
El segundo nivel será un grupo asesor, conformado por expertos de la sociedad civil y la academia quienes brindarán consejos a los prelados.
El tercero lo integrará un equipo de asistencia técnica, integrado por especialistas encargados de iniciativas en terreno. Son los encargados de operativizar las líneas estratégicas.
Este Servicio estará apoyado por Cáritas Colombiana y por la Delegación para las Relaciones Iglesia-Estado, instancia mediadora en los procesos de diálogo con los actores armados y dirigida por Héctor Fabio Henao.
Foto: Unidad para las víctimas – Gobierno de Colombia